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Tierra.
Lo mejor es olfatearla.
Es un denso perfume que concentra millones de olores. Cada mínima partícula de ese olor está compuesta por los infinitos olores esparcidos por todo el Universo. Es nuestro olor.
Somos parte de el. Millones de células y partículas de seres animados o inanimados que mezclados entre si crean un perfume universal y único y que ningún ser humano sería capaz de reproducir en modo artificial.
Es el olor del Universo. Es el olor de la Tierra
Si aspiro el perfume de un puñado de tierra siento mi propio olor .De la Tierra yo hago parte. Ella hace parte de mi.
Soy Ella.
De Ella vengo.
A Ella volveré.
Amo también tocarla. Amo aferrarla con el puño cerrado y sentirla apretada en mi mano. Si es arena del mar, hacerla deslizar entre los dedos apenas abiertos.
Esa arena del mar concentrará el perfume de erizo,de algas,de coral,de caballito de mar,de yodo, de sal,de piratas,de sus tesoros escondidos,de veleros,de carabelas,de naves vikingas o romanas. De naufragios.
De los que murieron en el mar y allí quedaron para siempre haciendo parte de su esencia.
De la Tierra venían.
Y a Ella volvieron.
Y si ese puñado de tierra pertenece a un bosque, penetrará en nosotros el olor húmedo de lluvia,de hongos,de los animalillos diminutos que pueblan la tierra apenas removida.
Ese olor es nuestro olor. Y de ahí esa sensación que parecen cantar nuestras células humanas.
Soy Ella.
Hago parte de Ella.
Mi materia es la misma. Nos regulan las mismas leyes químicas y físicas.
Evolucionaremos. Nuestra materia de hoy será otra cosa mañana.
Somos,seremos,tierra,aire,agua,sol,luna,estrellas.
Yo misma siento correr en mis venas polvo de estrellas.
Por eso somos día. Somos noche. Somos luz. Somos oscuridad. Somos desierto. Somos río. Somos mar.
Por eso Francisco de Asís decía Hermano Sol y Hermana Luna.
Por eso hablaba con el Hermano Lobo en Gubbio y predicaba a los pájaros.
El veía la Creación.
Veía a las criaturas.
Se sentía parte de esa Armonía Universal y en ella veía la Obra de Dios.
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Tierra.
Lo mejor es olfatearla.
Es un denso perfume que concentra millones de olores. Cada mínima partícula de ese olor está compuesta por los infinitos olores esparcidos por todo el Universo. Es nuestro olor.
Somos parte de el. Millones de células y partículas de seres animados o inanimados que mezclados entre si crean un perfume universal y único y que ningún ser humano sería capaz de reproducir en modo artificial.
Es el olor del Universo. Es el olor de la Tierra
Si aspiro el perfume de un puñado de tierra siento mi propio olor .De la Tierra yo hago parte. Ella hace parte de mi.
Soy Ella.
De Ella vengo.
A Ella volveré.
Amo también tocarla. Amo aferrarla con el puño cerrado y sentirla apretada en mi mano. Si es arena del mar, hacerla deslizar entre los dedos apenas abiertos.
Esa arena del mar concentrará el perfume de erizo,de algas,de coral,de caballito de mar,de yodo, de sal,de piratas,de sus tesoros escondidos,de veleros,de carabelas,de naves vikingas o romanas. De naufragios.
De los que murieron en el mar y allí quedaron para siempre haciendo parte de su esencia.
De la Tierra venían.
Y a Ella volvieron.
Y si ese puñado de tierra pertenece a un bosque, penetrará en nosotros el olor húmedo de lluvia,de hongos,de los animalillos diminutos que pueblan la tierra apenas removida.
Ese olor es nuestro olor. Y de ahí esa sensación que parecen cantar nuestras células humanas.
Soy Ella.
Hago parte de Ella.
Mi materia es la misma. Nos regulan las mismas leyes químicas y físicas.
Evolucionaremos. Nuestra materia de hoy será otra cosa mañana.
Somos,seremos,tierra,aire,agua,sol,luna,estrellas.
Yo misma siento correr en mis venas polvo de estrellas.
Por eso somos día. Somos noche. Somos luz. Somos oscuridad. Somos desierto. Somos río. Somos mar.
Por eso Francisco de Asís decía Hermano Sol y Hermana Luna.
Por eso hablaba con el Hermano Lobo en Gubbio y predicaba a los pájaros.
El veía la Creación.
Veía a las criaturas.
Se sentía parte de esa Armonía Universal y en ella veía la Obra de Dios.
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