domingo, 21 de octubre de 2018

EL REY FELIPE VI COMO REFERENTE Y GARANTE PARA QUIEN SE RECONOCE EN LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA DE 1978


-EL DISCURSO DE DON MANUEL AZAÑA PRESIDENTE DE LA II REPÚBLICA ESPAÑOLA DEL 18 DE JULIO 1938 PAZ, PIEDAD Y PERDÓN EN BARCELONA, HA SIDO TRASTOCADO POR POPULISTAS Y SEPARATISTAS EN GUERRA, ODIO Y VENGANZA. No tiene mucha importancia en éste momento que uno sea monárquico o republicano. Lo que importa es lo que se representa.
Hoy día creo que nadie pueda dudar de que un punto de referencia cierto para los españoles es el Rey Felipe VI que encarna los valores democráticos que este país quiso darse con la Constitución del 1978 y que fue refrendada por los españoles.
Ese acto del que ahora se cumplirán 40 años fue un acto de generosidad por parte de aquellos españoles que habían combatido la terrible Guerra Civil y los consiguientes años de dictadura.
Quién ha vivido aquellos momentos no puede no conmoverse ante esa actitud de esos padres y abuelos que nos ha dado cuarenta años de paz y prosperidad a los españoles poniendo fin a los tantos años de odio, muertos y desencuentros. Supieron perdonarse y construir un proyecto de paz y concordia para el futuro.
Seguramente Don Manuel Azaña, Presidente de la II República Española habría sido un Constituyente del 78 en el espíritu de su famoso y bello discurso, pronunciado en Barcelona el 18 de julio de 1938,  conocido como el discurso de PAZ, PIEDAD Y PERDÓN.
Este texto debería ser publicado en la primera página de todos los periódicos con motivo de los 40 años de la Constitución Española y así mismo tendría que ser propuesto a la reflexión de los estudiantes.
Actualmente vivimos momentos difíciles en España y en Europa.
Vivimos una tormenta perfecta que ve desencadenarse en Europa y España partidos nacionalistas de extrema derecha que se sienten cómodos aliándose con otros de una extrema izquierda bolivariana.
Vemos también políticos oportunistas de partidos, hasta ahora respetables, dispuestos a aliarse con el mismísimo diablo para detener un poder totalitario muy parecido al del venezolano Nicolás Maduro.
Lamentablemente el actual Presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez pertenece a esta categoría.
El porvenir de España es de aguas turbias y emponzoñadas.
Han cambiado el discurso de Azaña de PAZ PIEDAD Y PERDÓN por el discurso de GUERRA ODIO Y VENGANZA.
Por eso debemos de darnos cuenta de que el referente y garante de nuestras libertades e igualdad de todos los ciudadanos españoles, a prescindir de lenguas y territorios, es el Rey Felipe VI y que los partidos del marco constitucional deberían ponerse de acuerdo en defensa de  la democracia.