LAPIDACIÓN Y ALIANZA DE CIVILIZACIONES

Éste inicio de noviembre de 2008 nos trae de nuevo a través de los periódicos la trágica historia de una niña de 14 años,primero violada tres veces y después lapidada como adúltera en un estadio de Somalia.
Como siempre en éstos casos la ejecución ha sido pública y con la familia delante.
Como es sabido en la lapidación se entierra a la víctima bien atada hasta la altura del busto y se le tapa la cabeza con un saco.
Después, en base a la ley islámica o Sharía,sus verdugos le lanzan piedras a la cabeza hasta machacársela completamente.
En éste caso de la niña de 14 años cuyo nombre ignoramos pero que representa a todas las mujeres del mundo,visto que su familia se oponía a la lapidación,los verdugos dispararon una ráfaga de ametralladora contra sus familiares matando por si fuera poco a un niño de cuatro años.
Pues bien,hay que decir alto,claro, fuerte y si es necesario a gritos,al Presidente del Gobierno de España,José Luis Rodriguez Zapatero,que si le gustaría que alguien lapidara a sus dos hijas adolescentes según la ley islámica.
Y si el presidente respondiera que no como imaginamos,habría que preguntarle porqué impone a las españoles y sobre todo a las españolas,esa ignominia de política de la Alianza de Civilizaciones.
Ésto por los siguientes motivos:
Primero,porque quién asesina mujeres indefensas por motivos religiosos no hace parte de ninguna civilización.
Segundo,porque si hiciera parte de alguna civilización,no tendría nada que ver con nuestra civilización ni tendríamos algún motivo para aliarnos con esa cosa.
Tercero,porque en Europa y España tenemos una política laica,la pena de muerte no existe y las mujeres son jurídicamente iguales a los hombres.
Tercero,nos preguntamos porque la Ministra de Igualdad no dice nada.
Cuarto,nos preguntamos porqué el juez Baltasar Garzón en vista de la Declaración Universal de los Derechos humanos y de la ley universal no escrita de la Memoria Histórica de Todas las Mujeres Asesinadas en el Mundo,no pone en busca y captura a los dirigentes del estado de Somalia por crímenes contra la Humanidad.