lunes, 9 de noviembre de 2015

...Y LOS MERCADERES OKUPARON EL TEMPLO.



Densos nubarrones se acumulan sobre la hermosa plaza de San Pietro en Roma. Y sí que parecía lucir un hermoso sol, "hermano sol", diría el otro Francisco, el "poverello de Asís", desde que Francisco Papa había tomado el timón de la barca de Pedro.
Tiempos nuevos y diferentes parecían querer rejuvenecer ésta ya vetusta Plaza, cuando ya se vieron las nubes de tormenta asomar durante el Sínodo de la Familia. Luego vinieron el relámpago, el rayo y el trueno con idea de frenar esa nave que con suavidad y firmeza conduce el papa francisco.
He aquí que de nuevo cuervos y lobos aparecían a organizar un escándalo.
Un escándalo grave está en el hecho de divulgar documentos secretos unas personas de la confianza del papa, el prelado español  Lucio Ángel Vallejo Balda y la laica italiana  Francesca Chaoqui, pero todavía más grave es el contenido que revelan los periodistas Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi, por no hablar, y eso nos lo preguntamos todos sobre quién ha maniobrado todo esto y para qué.
hemos visto día después a un entristecido papa Francisco, denunciar la avaricia y el ansia de dinero de algunos miembros del clero, de aquellos que predican una cosa y hacen la contraria, algo desgraciadamente que mancha con cierta frecuencia a los altos prelados de la curia vaticana, pero no solo a ellos, personas que usan el dinero de los donativos de los fieles para vivir en lujosos  y enormes áticos impropios de miembros del clero.
No podemos por menos de recordar aquella escena de el Evangelio (Marcos 11:18 ) en que Jesús, indignado, expulsa a los mercaderes del Templo de su Padre, lugar de oración, y lo habían convertido en una CUEVA DE LADRONES.
El papa Francisco, que ha repetido en numerosas ocasiones que quiere reformar la Iglesia, que desea una Iglesia pobre al servicio de los pobres, y que por tal motivo había creado una comisión para reformar la banca vaticana, donde colaboraban los dos personajes que han traicionado al Papa, pues se ha encontrado que toda la porquería almacenada y que él se disponía a una limpieza general, pues se la lanzaban en medio de la plaza.
¿Para qué lo han hecho en vez de continuar la obra de reforma deseada por el Papa?
Seguramente para desacreditar al papa mismo, para decir, "mirad todo esto es así y quien tenía que arreglar esto no ha hecho nada".
El papa Francisco seguramente está sufriendo mucho, como ya sufrió su predecesor el papa Benedicto por los mismos motivos y el acoso de lobos y cuervos. Lo denunció públicamente en la Semana Santa de 2.005, "Cuánta suciedad hay en la Iglesia, y entre los que por su sacerdocio deberían estar completamente entregados a ella".
Al final el papa Benedicto, sin fuerzas por su edad, entregó la misión de ésta limpieza a su sucesor.
El papa Francisco, apenar repuesto del golpe infringido ha dicho que no piensa renunciar a continuar en su misión de reforma de la Iglesia.
Pero deberían saber esos cardenales que viven en lujosos y principescos áticos-y pienso al cardenal Bertone o a Rouco Varela en España, - que harían muy bien si, imitando al papa Francisco o al papa Benedicto, se fueran a vivir a un convento o a un sencillo lugar como santa Marta.
Las revelaciones de los libros VIA CRUCIS y AVARIZIA van a hacer que muchos fieles, antes de  dar su óbolo a la Iglesia se pregunten si ese dinero va a ir a Cáritas o a pagar el ático de un cardenal.