viernes, 28 de noviembre de 2008

Hillary Clinton. La Determinación y la Inteligencia





Sería una buena cosa que todos los ciudadanos de ese “Imperio Occidental” que son los Estados Unidos de América,pudiéramos participar en la elección de su Presidente.
En tal caso yo habría votado a Hillary Rhodan Clinton.
Como las cosas no han salido como yo hubiera deseado,ni yo de todas formas habría podido votar en las elecciones americanas,ni ellos tampoco han elegido a Hillary pues no queda más que conformarse con la realidad.
De todos modos debo decir que también estoy complacida con la elección de Obama y además por el hecho de que éste haya designado a Hillary como futuro Secretario de Estado del Gobierno de los Estados Unidos,que es el segundo encargo en importancia del Gobierno de la nación.
No veremos por tanto a Bill ejercer de Primera Dama,cosa que,confieso,me producía curiosidad,pero ironías a parte,estoy convencida de que Hillary ejercitará de forma impecable su labor de lo que nosotros llamamos Ministro de Exteriores.
En ella es de subrayar su incansable determinación para conseguir los objetivos prefijados aunque a veces ésta determinación no siempre ha sido coronada por el éxito. Hay que recordar por ejemplo el tesón que puso para lograr que la Sanidad fuera un derecho universal para todos los ciudadanos sin conseguirlo,estrellándose siempre contra un muro no solo de los congresistas republicanos sino también de muchos del propio partido demócrata. Quizá los tiempos no estaban maduros y hoy lo consiga a través de Obama.
Con igual determinación ha defendido su candidatura en las primarias para la campaña presidencial. Ha sido una lucha durísima contra un candidato que gozaba de un excepcional apoyo por parte de la opinión pública cual ha sido Obama. Quizá porque en éste momento histórico la gente anhelaba sobre todo el cambio y por lo tanto la novedad representada por el brillante senador de Illinois. Ella no daba esa imagen requerida de cambio por haber “navegado” muchísimo,de la juventud a la madurez,en los agitados mares de la política.
Pero he aquí que ha tenido la inteligencia de aceptar la derrota y apoyar sin titubeos a Obama.
No todo el mundo,y ejemplos hemos tenido,habrían adoptado tal posición con tanta deportividad e inteligencia política. Una inteligencia de la que ya dio muestra en la no simpática situación de salvar la presidencia de su marido Bill Clinton para que no terminara en una humillante dimisión como Nixon,en la que tuvo que elegir entre su papel de esposa ofendida o de mujer política con sentido del Estado.
Eligió al Estado.
Y lo hizo con inteligencia y dignidad mayores que las de su marido Bill frivoleando con una becaria y encima mintiendo,cosa que los americanos no perdonan. No era fácil.
Es de suponer, por tanto, que ésta brillante inteligencia política,su determinación,experiencia y sentido del Estado,sean un válido apoyo para Barack Obama,hombre de grandes proyectos,tirón mediático,portador de un mensaje de esperanza,pero demasiado joven para tan enorme tarea en tiempos de crisis.
Harán sin duda un buen e innovador equipo.
Como mujer declaro mi enorme satisfacción al ver a Hillary Rhodan Clinton en tan alta posición en el Gobierno de la superpotencia mundial.
Quién tiene ese sentido del Estado,será una magnífica Secretario de Estado,el segundo cargo más importante de los Estados Unidos.

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