LA PENA DE MUERTE ES CARA
VARIOS ESTADOS PIENSAN EN SU ABOLICIÓN.
.
Así como suena. No es una broma de mal gusto. Realmente en varios Estados de los Estados Unidos están pensando en abolirla “porque es cara”.
No se va a abolir porque está mal,porque es cruel,porque va contra los principios éticos y religiosos,porque es inhumana,porque es indigna de un país democrático,porque es irreversible en caso de error.
No. El problema es que es cara.
Carisíma,sobre todo ahora que hay crisis económica. No cabe dentro de los presupuestos. Un lujo del que habrá que prescindir en clima de austeridad.
La pena de muerte está vigente en 36 de los 50 estados norteamericanos.
Montana,Kansas,Nuevo Mexico y Maryland ya se han puesto manos a la obra para abolirla por recortes de presupuesto. Pero muchos otros Estados van a seguir el mismo camino.
El “ahorro”puede ser considerable. Un condenado a muerte “cuesta”a un Estado 10 veces más que un preso a cadena perpetua. El costo del “corredor de la muerte” es muy alto porque a veces se va adelante a base de apelaciones por 30 años y el Estado,casi siempre,carga con los gastos de los abogados de oficio de los reos..
Como curiosidad,en Kansas el coste de ejecutar a un reo es un 70% mayor que mantener un condenado a cadena perpetua en prisión. La condena a muerte puede “costar” 1,26 millones de dólares mientras que el preso a cadena perpetua “cuesta solo”740.000 dólares según datos del DPIC (Centro de Información sobre la Pena de Muerte).
Estos datos han sido dados a conocer a la opinión pública por Steve Hall,activista contra la pena de muerte y director del grupo Standdown que se opone a la pena capital.
Por lo tanto puede ser que se llegue a la abolición paulatina de la pena de muerte en los Estados Unidos,no por una campaña de opinión pública de los defensores de los Derechos Humanos,entre los que se encuentra la Iglesia Católica americana,no por una decisión del Parlamento,no por una decisión del nuevo Presidente.
Nada de eso.
Porque es cara.
Pero,atención amigos.
También hay otras cosas caras para el Estado.
Por ejemplo,la guerra es más cara que la paz.
El aborto es más caro que la prevención del aborto.
Quizá los defensores de los Derechos Humanos deban de cambiar su estrategia.
Quizá haya que afirmar que la pena de muerte,el aborto y la guerra son caros.
Que son cosas que no caben en los presupuestos de los países occidentales en crisis económica.
Nos puede parecer un razonamiento muy cínico.
Es el cinismo de la modernidad.
No cuenta la ética.
Cuenta el dinero.
“Es la economía,estúpidos”.
Dixit Clinton.
Pues así va.
VARIOS ESTADOS PIENSAN EN SU ABOLICIÓN.
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Así como suena. No es una broma de mal gusto. Realmente en varios Estados de los Estados Unidos están pensando en abolirla “porque es cara”.
No se va a abolir porque está mal,porque es cruel,porque va contra los principios éticos y religiosos,porque es inhumana,porque es indigna de un país democrático,porque es irreversible en caso de error.
No. El problema es que es cara.
Carisíma,sobre todo ahora que hay crisis económica. No cabe dentro de los presupuestos. Un lujo del que habrá que prescindir en clima de austeridad.
La pena de muerte está vigente en 36 de los 50 estados norteamericanos.
Montana,Kansas,Nuevo Mexico y Maryland ya se han puesto manos a la obra para abolirla por recortes de presupuesto. Pero muchos otros Estados van a seguir el mismo camino.
El “ahorro”puede ser considerable. Un condenado a muerte “cuesta”a un Estado 10 veces más que un preso a cadena perpetua. El costo del “corredor de la muerte” es muy alto porque a veces se va adelante a base de apelaciones por 30 años y el Estado,casi siempre,carga con los gastos de los abogados de oficio de los reos..
Como curiosidad,en Kansas el coste de ejecutar a un reo es un 70% mayor que mantener un condenado a cadena perpetua en prisión. La condena a muerte puede “costar” 1,26 millones de dólares mientras que el preso a cadena perpetua “cuesta solo”740.000 dólares según datos del DPIC (Centro de Información sobre la Pena de Muerte).
Estos datos han sido dados a conocer a la opinión pública por Steve Hall,activista contra la pena de muerte y director del grupo Standdown que se opone a la pena capital.
Por lo tanto puede ser que se llegue a la abolición paulatina de la pena de muerte en los Estados Unidos,no por una campaña de opinión pública de los defensores de los Derechos Humanos,entre los que se encuentra la Iglesia Católica americana,no por una decisión del Parlamento,no por una decisión del nuevo Presidente.
Nada de eso.
Porque es cara.
Pero,atención amigos.
También hay otras cosas caras para el Estado.
Por ejemplo,la guerra es más cara que la paz.
El aborto es más caro que la prevención del aborto.
Quizá los defensores de los Derechos Humanos deban de cambiar su estrategia.
Quizá haya que afirmar que la pena de muerte,el aborto y la guerra son caros.
Que son cosas que no caben en los presupuestos de los países occidentales en crisis económica.
Nos puede parecer un razonamiento muy cínico.
Es el cinismo de la modernidad.
No cuenta la ética.
Cuenta el dinero.
“Es la economía,estúpidos”.
Dixit Clinton.
Pues así va.
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