Goliat
El Estado totalitario
El Estado totalitario
Yo creo que el Estado,ningún Estado,tenga derecho a decidir sobre nuestra vida,nuestra muerte o nuestra mente.
A lo largo de mi vida,si hay una cosa que he aprendido después de conocer a personas que han sufrido el Estado Totalitario,es aborrecer con todas mis fuerzas cualquier tipo de Totalitarismo.
Atención,antes los Totalitarismos Históricos venían ejercidos sin pudor y con brutalidad,pero hoy día existe una forma de Totalitarismo Democrático que puede ejercer su violencia sobre las personas a través de las leyes y de un modo sutil.
No creo que en todo caso exista algún derecho que permita al Estado,aunque sea democrático,a decidir o regular nuestra vida,muerte o mente violentando nuestra conciencia individual.
Si es así,tenemos derecho a rebelarnos,a la objeción de conciencia e incluso a la Desobediencia Civil.
A ese Estado yo le llamo Goliat.
Parecía que todos los horrores del género humano
hubieran tenido como escenario el siglo que hemos dejado atrás.
Sin embargo como decía Albert Einstein,”la distinción entre pasado,presente y futuro es solo una ilusión”.
El pasado puede estar en nuestro presente. Pueden ser dos caras de la misma medalla.
Nos parece que hemos avanzado y que como hombres y mujeres de la actualidad nos hemos enriquecido en lo que respecta a los Derechos Humanos. Pero ésto a veces es más aparente que real. Creemos que hoy día sería impensable que el Goliat que conocemos se hiciera con las riendas del Estado. Ese Goliat que a veces ha tenido la cara de Hitler,de Stalin , de Mao o Nol Pot,criminales genocídas que hemos tirado a la basura de la Historia.
Esos regímenes portadores de muerte podrían volver si los ciudadanos no ejercemos nuestro sacrosanto derecho a la vigilancia. Al Estado hay que llevarlo siempre atado con la correa corta porque tiene una tendencia enorme a abusar de su poder.
De hecho esos abusos pueden ya estar aquí sin que seamos muy conscientes de ello porque no nos hemos detenido a analizarlo.
Nuestras sociedades occidentales son tan ricas y materialistas que en realidad la muerte nos importa muy poco,sobre todo si se trata de la muerte de los demás y no incomoda nuestro tenor de vida.
A los alemanes de la época del régimen nazi no les importó mucho la deportación y la gasificación de seis millones de judíos cuya única culpa era la de ser judíos y “contaminar” la pureza del Estado Ario.
En realidad Hitler comenzó su trayectoria criminal asesinando también a millares de niños alemanes con defectos físicos así como a adultos incapacitados. Lo hizo a través de la creación de la “Comisión para la curación y el Cuidado del Reich” cuya función era la eliminación de aquellos niños y adultos alemanes incapacitados. No lo hicieron por motivos raciales sino económicos. Los inhábiles costaban mucho dinero al Reich. Y el Reich ese dinero lo necesitaba para la guerra. En éste modo millares de niños alemanes entre 1939 y 1940 fueron asesinados con gases tóxicos encerrándoles en cámaras de gas herméticas.
Fue el inicio de la llamada Solución final.
Es también verdad que hoy día se continúa practicando por motivos similares la eugenesia y la eutanasia en muchos países del mundo con leyes que,usando un eufemismo, se llaman de interrupción voluntaria de embarazo, o también de regularización de la llamada “muerte digna” cuando a través de las leyes vigentes se permite la eutanasia o suicidio asistido.
En China se hace en base de la ley del hijo único o porque los padres no quieren niñas. En eso no hemos cambiado mucho. Los niños alemanes con malformaciones o atraso mental fueron el primer paso.
Posteriormente se eliminaron seis millones de hebreos.
Nadie protestó en la Alemania nazi cuando se llevaron a los niños. Ni parientes ni padres de los niños. Solo la Iglesia católica alemana levantó su voz inútilmente.
Nadie protestó cuando sacaron de sus casas a millones de judíos y se los llevaron a un destino fatal.
Goliat,el Estado Totalitario,a lo largo de la Historia ha usado en modo cínico políticas de eugenesia y de eutanasia. Los ciudadanos las aceptaron sin rechistar en aquél tiempo. De hecho también hoy aceptamos lo mismo si bien regulado por las leyes. Es la muerte legal. Porque esas leyes han sido votadas por un Parlamento democrático. Porque el Goliat moderno siempre dice de tener razón. Goliat ayer como hoy dice de hacerlo por nuestro bien y en nombre de la mayoría. Goliat moderno piensa que en nombre de esa mayoría que lo sostiene tiene derecho a decidir sobre nuestro derecho de nacer o de morir.
Nos pide de entender sus buenas razones democráticas y de comprender los motivos por los cuales el Goliat moderno en forma de Estado Democrático es como nuestro padre y nuestro educador,es como nuestro Gran Hermano ayer como hoy.
L o escribía Orwell en el año 1948 en su libro “1984”,que invito a quién no lo haya leído o lo haya olvidado a leerlo de nuevo,porque encontrará un parecido asombroso con la actualidad ya pasado el año 2000.
Goliat hoy es más sutil. No tiene la cara feroz. Existe en los regímenes democráticos. Se llama guerra. Se llama silla eléctrica. Se llama eutanasia. Se llama eugenesia. Es legal. Todos lo aceptamos. Se le aplaude. A la mayoría le parece estupendo. Es moderno. Es genial. Ha convencido a todos incluso de que la muerte legal es un “derecho civil”.
¿Será también la pena de muerte un “derecho civil” del Estado?
¿Y la guerra?
¿Y el lavado de cerebro?
(Todos los textos sobre Goliat hacen referencia al Estado Totalitario)
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