sábado, 13 de diciembre de 2008

EDUCAR SIN VIOLENCIA



EDUCAR SIN VIOLENCIA
Creo que sea una buena iniciativa por parte del Gobierno de España la campaña de opinión pública para promover los valores de una Educación sin Violencia.
Son muchos,demasiados,los casos de maltrato infantil que conocemos solo cuando,llegados a casos extremos,salen en los periódicos o en la televisión,y la verdad es que se ponen los pelos de punta cuando nos enteramos de las bestialidades que se pueden dar al interno de familias aparentemente normales.
Viendo esos pobres cuerpecitos martirizados en las camas de un hospital nos parecen muñecos rotos que han pasado por manos de los Ogros de los cuentos y no por manos humanas. La violencia y la crueldad que un adulto,padre,madre o compañero sentimental,pueden descargar sobre niños tan pequeños,a veces bebés,débiles e incapaces de defenderse,nos parecen indescriptibles.
Habría que entrar en esas pequeñas mentes infantiles para darse cuenta de la cantidad de sorpresa,horror y pánico que sentirán sin tener la posibilidad de contar a nadie lo que les pasa. Cuánta soledad.
No debemos dejar a esos niños solos. Creo que todos estamos llamados a denunciar los hechos de violencia contra los niños. No es verdad que “son problemas que no nos incumben”. No es verdad que la denuncia es “entrometerse en la privacidad de los vecinos”.
No debemos escuchar en silencio lo que los tabiques de cristal de las casas modernas nos brindan. Sabemos perfectamente cuando se está ejerciendo violencia sobre una mujer o un niño. Lo sabemos pero somos unos cobardes incapaces de ejercitar la función de verdaderos ciudadanos por la cual no solo respetamos sino que también hacemos respetar la ley sobre todo en defensa de quién no tiene defensa.
Es importantísimo que ciudadanos,maestros y profesores de escuelas y colegios,sepan darse cuenta a tiempo de posibles maltratos o violencia sexual. Hay que observar y también escuchar lo que dicen los pequeños. Y si existe una sospecha fundada denunciar los hechos que hemos visto u oído. Tocará después a los profesionales de la medicina y también de la justicia verificar y si es necesario condenar.
Debemos también ser conscientes de que el clásico “cachete” en el culo o el benévolo “pescozón” no son maltrato,aunque si se pueden evitar, mejor.
No maltratar no significa no educar. Tampoco hay que renunciar a la autoridad ,que no autoritarismo,necesaria para educar a nuestros niños para que no se conviertan en unos salvajes o “pequeños tiranos”a quienes todo les está permitido.
Hay que educar con una autoridad siempre precedida de la explicación lógica de porqué una cosa no está bien.

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