jueves, 19 de abril de 2012

ESCÁNDALOS Y EXCUSAS REALES EN LAS MONARQUÍAS EUROPEAS




-HA HECHO BIEN EL REY EN ADMITIR SU EQUIVOCACIÓN Y DECIR QUE LO SIENTE Y NO VOLVERÁ A OCURRIR
-A LA REINA ISABEL DE INGLATERRA LE SUCEDIÓ IGUAL EN OCASIÓN DE LA MUERTE DE LADY D
-TAMBIÉN A LA REINA JULIANA DE HOLANDA POR LA INVOLUCRACIÓN DE SU MARIDO EN EL ESCÁNDALO LOCKHEED
Las “meteduras de pata reales” no son una exclusiva del rey Juan Carlos, cosas análogas e incluso peores han ocurrido con otras testas coronadas, no están lejanas en la historia las de la reina Isabel de Inglaterra o Juliana de Holanda.
Creo que el rey ha tomado una buena decisión mirando a los ojos del pueblo en la TV y admitiendo la equivocación.
Los recientes hechos que han visto envuelto al rey de España en una gran polémica a causa del accidente sufrido en una cacería de elefantes en África, han llevado a la apertura de un gran debate en el país sobre el orden institucional y constitucional.
Curiosamente se ha pasado de una especie de “sacro silencio” entorno a la figura del monarca que ha durado desde la época de la transición hasta el día de la famosa cacería.
Ahora estamos en la fase de una total puesta en discusión sea sobre la persona que sobre la institución. Es legítimo preguntarse el porqué en los otros países europeos donde también existen monarquías estén mayormente asumidas conviviendo en éste modo en el ámbito de la UE democracias parlamentarias con una jefatura del estado ora republicano, ora monárquico.
No es que abunden las monarquías en Europa, sobreviven algunas en la parte norte de Europa, como Inglaterra, Suecia, Noruega, Dinamarca, Holanda, Bélgica, y Luxemburgo. En los demás países donde existieron, las vicisitudes de la Historia se las llevaron en un modo u otro por delante. Pero hay que notar que aquellas todavía existentes han tenido una continuidad histórica por lo cual entre la gente parecen totalmente asumidas y son muy populares.
En España el problema es particularmente delicado porque en un país sumido en la crisis política y la crisis económica, abrir una crisis constitucional e institucional podría ser letal para el país. El rey ha visto verdaderamente “las orejas al lobo” y ha comprendido que el pueblo español en éste momento no está para cacerías reales de elefantes ni por la situación desastrosa en que se vive y también porqué la opinión pública de las últimas generaciones no ama la caza ni la destrucción de la naturaleza.
Antes era muy normal ver a los reyes haciendo la guerra y en su falta practicando la d caza.
En Inglaterra por ejemplo el Parlamento ha prohibido la cruenta caza del zorro a la que se daban los monarcas y los aristócratas. El pueblo se ha puesto de la parte del zorro. Y reyes y nobleza respetan la ley aunque hayan renunciado a éste privilegio de mala gana.
En España la gente no es monárquica por convicción sino por circunstancias históricas
En nuestro país monarquías y repúblicas se han ido sucediendo siendo, por lo menos hasta la última y todavía vigente, fallidas las unas y las otras. Es posible que el pueblo español sea inestable, dividido, indeciso, de odios cainitas, de guerras fratricidas continuadas, sobre todo la última del 36-39, de dictaduras varias que se han ido intercalando entre repúblicas y monarquías.
Todavía hoy en España hay algunos que consideran “cosa de derechas” las monarquías y otros “cosas revolucionarias” las repúblicas. Problema que ni se les ocurriría en los demás países europeos.
¿Piensan acaso los italianos o alemanes de pertenecer a un sistema revolucionario y bolchevique? ¿Piensan los ingleses o los holandeses de ser parte de un sistema reaccionario y de extrema derecha? No. No lo piensan.
Son democracias unas con monarquía y otras con sistema republicano.
Las monarquías al no sostenerse sobre el voto sino sobre la tradición, y en el caso de España por una Transición en que la “eterna España” dividida llegaba a un consenso que permitía que todos se pusieran de acuerdo para la España posterior al franquismo en donde cupieran todos en la Constitución del 78, pues, decía, las monarquías pueden sostenerse solo por su popularidad ya que si no son sostenidas por esa popularidad el sistema se viene abajo.
Todos recordamos como la reina Isabel de Inglaterra tuvo que rectificar su posición tras la muerte de la princesa Diana, y después de que hubiera decidido de no dar por aludida a la Casa Real por el fallecimiento de un personaje que por su divorcio con el príncipe heredero ya no hacía parte de la Familia Real, tuvo que dar marcha atrás por un pueblo encolerizado por su indiferencia. Es más, se vio obligada a dirigir un discurso a la nación expresando su dolor por la pérdida y organizar funerales de Estado. El primer ministro Tony Blair aconsejó a la reina de cambiar su posición para evitar la ira popular.
También la reina Juliana de Holanda tras la involucración del príncipe consorte Bernardo en el caso de las comisiones de los aviones americanos Lockheed hizo dimitir de todos los encargos públicos al príncipe que quedó reducido a una especie de vida fantasmal.
Aquí asistimos a una furibunda discusión en los foros sociales y televisiones varias sobre los máximos sistemas. Creo que todas las ideas sean dignas de respeto, sean las de aquellos que se consideran republicanos, sean las de quienes se consideran monárquicos visto que en la Unión Europea conviven los dos sistemas.
Considerando los gravísimos problemas que vive España quizá lo más sabio sea dar la vuelta a la página y dedicarnos a intentar resolverlos.

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