lunes, 9 de noviembre de 2009

LA EUROPA SIN RAICES Y SIN ALMA QUE PROPONE LA CORTE EUROPEA DE DERECHOS HUMANOS DE ESTRASBURGO


QUIEREN SUPRIMIRLA

-EL DERECHO A LA EXISTENCIA Y EL DERECHO A LA DIFERENCIA.
-COMO EUROPEOS TENEMOS TODO EL DERECHO DE DEFENDER NUESTRA CULTURA Y NUESTRA HISTORIA.
-COMO EUROPEOS CREEMOS QUE “SER ,ES SER DIFERENTES”. EUROPA NO ES UN DESIERTO QUE NACE DE LA NADA.
-ES NECESARIO QUE LA CULTURA CRISTIANA EUROPEA PUEDA ORGANIZARSE PARA DEFENDERSE DE UN “LAICISMO MILITANTE” Y DE UN ISLAM QUE AVANZA TRIUNFANTE PRETENDIENDO ENTRAMBOS LA DECRISTIANIZACIÓN DE EUROPA.



Creo que lo primero que hay que hacer es aclarar el equívoco. La Corte Europea de Derechos Humanos de Estrasburgo no es un organismo de la Unión Europea sino del Consejo de Europa donde están incluidos otros países,por ejemplo Turquía.
La Corte,como ya saben todos ha condenado a Italia a pagar una indemnización a una ciudadana que había denunciado en esa sede al gobierno de su país por violar el derecho a la libertad religiosa y a la laicidad del estado ya que en todas las escuelas públicas italianas está expuesto el crucifijo.
No olvidemos que ya la Corte Constitucional Italiana en 2005 había sentenciado que “el crucifijo es el símbolo de la historia y de la cultura italiana y por lo tanto de la misma identidad nacional así como símbolo también de los principios de la igualdad,libertad,tolerancia ,constitutivos del estado Italiano”.También el Consejo de Estado italiano en 2006 se pronunció en igual modo.
Ni que decir tiene que ante la sentencia europea la indignación ha sido prácticamente unánime entre las fuerzas que sostienen al gobierno y las fuerzas de la oposición de izquierdas. El Gobierno preanuncia recurso a la Corte Europea en cuanto se considera que ésta no puede contradecir una sentencia ya emitida por la Corte Constitucional Italiana,que se ha pronunciado en sentido contrario.
El mismo Presidente Durao Barroso ha querido dejar claro que la sentencia no empeña a la Unión Europea.
Personalmente estoy indignada.,porque como europeista de toda la vida,antes ya de que hubiera un parlamento europeo elegido a sufragio universal,nosotros los militantes del Movimiento Federalista Europeo pedíamos ese Parlamento elegido democráticamente por los ciudadanos europeos y no designado por los gobiernos,que fuera asamblea constituyente de una nueva entidad, la Unión Europea, con un Presidente,un ejército coordinado,una moneda única y un ministro de exteriores común.
Recuerdo que la gente se reía de nosotros cuando pedíamos firmas por la calle para respaldar éste proyecto.
Pero se demostró que aquello no era una utopía sino un proyecto que se ha hecho una realidad aunque, eso si, ha tardado años más años de lo que queríamos. Pero ahí está.
Esa Europa,suma de los ciudadanos,de los pueblos y de su cultura,no podía ser una Europa nacida de la nada y que borrara su pasado.
Nunca habíamos pedido una Europa sin raíces y sin alma,una Europa que no tuviera cuenta de la cultura constitutiva de sus pueblos.
¿Alguien se atrevería a afirmar que las catedrales ,monasterios,museos ,bibliotecas,pinacotecas que cubren el continente europeo del Atlántico a los Urales no son el “alma” de la cultura europea?
A propósito de ésto no puedo por menos de recordar a la grande escritora italiana que se autodefinía atea cristiana,no dispuesta a renunciar a la gran cultura de su Italia,sus catedrales, Madonnas de Raffaello, Boticelli, Michelangelo, sus iglesias del renacimiento o del barroco.
Cada pueblo europeo no viene en modo aséptico de la nada. Cada uno de nosotros es portador de esa “alma” europea,de esas “raíces”europeas de las que no podemos prescindir. Porque un árbol sin savia y sin raíces muere.
Los ciudadanos de Europa no tenemos porqué renunciar a nuestra cultura y a nuestras raíces.
No podemos renunciar a la Cruz.
No renunciar a la cruz no significa menospreciar otras culturas y otras religiones que traen consigo los inmigrantes. Pero lo mismo que nosotros les respetamos,debemos pretender de ser respetados.
No se puede imponer a golpes de sentencia una “igualdad” abstracta que tache de un plumazo nuestra historia y cultura.
Los grandes pensadores europeos,como bien dice la periodista Ida Magli en un artículo en el periódico italiano “Il Giornale”publicado en éstos días de polémica sobre la sentencia, desde Platón,a Cartesio a Leopardi, lo enseñan:”SER,ES SER DIFERENTE”.
Y esa diferencia la cultura cristiana de Europa,católica,ortodoxa o protestante,tienen obligación de defenderla.
No estoy diciendo las iglesias. Estoy diciendo las culturas que se inspiran al cristianismo y que no necesariamente dependen de las iglesias. Las iglesias tienden a una cierta endogamia. La religión y la cultura son cosas diferentes.
Deberían ser los intelectuales cristianos a intervenir sobre éste problema. Si lo hiciera
la Iglesia sería tachada de ingerencia en las cosas del estado,y si lo hicieran los políticos dirían que son “racistas y xenófobos”,lo pongo a propósito entre comillas.
Es una batalla cultural que deben librar los intelectuales junto a los ciudadanos. Aquellos que quieran defender su derecho “a la existencia y a la diferencia”.
No hacerlo es una posición suicida. ¿Porqué suicida?
Porque si no hay en la calle una cultura fuerte cristiana independiente de la Iglesia que se ponga a defender su derecho a existir,pues sea la Iglesia,sea la cultura cristiana volverán a las catacumbas porque no podrán resistir el empuje del “laicismo militante”ni la pujanza del Islam que viene a Europa pisando fuerte.
Quizá alguien diga que cuanto afirmo es “políticamente incorrecto”.
Pero a éstas alturas de la película me puedo permitir el lujo de ser “políticamente incorrecta” porque en la política ya he hecho el viaje de ida ,de vuelta y ahora estoy en la barrera.

2 comentarios:

  1. Con todos los respetos, no traiga su fe a mi escuela y yo no llevaré mi pensamiento a su iglesia. No se pretende abolir las religiones sino facilitar la libertad religiosa y que ninguna tenga monopolios ni privilegios. Los fieles hay que ganárselos. Jesucristo empezó sólo con doce.
    Un saludo.

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  2. Querido amigo anónimo,posiblemente yo no me haya explicado bien,pero yo no hablo ni de fé ni de religión,sino de cultura.Oriana Fallaci era atea y defendía su derecho a que Europa conservara su cultura cristiana,no se trata de imponer sino de dejar lo que hay.Tengo la suerte de tener un pensamiento tan libre de no creer en la necesidad de imponerselo a nadie.No es un problema de fé sino de libertad y de cultura.Me imagino,querido amigo,que le gustará la catedral de Burgos y la Capilla Sixtina y tambien la Mezquita de Córdoba, el Taj Majal.¿Porqué piensa que a mi no me gustaría que trajera su pensamiento a mi iglesia? A mi me encanta confrontarme con el pensamiento de todo el mundo,por eso mi blog tiene ese nombre. A mi mas que de fieles,un concepto anticuado,prefiero pensar a personas conscientes de las propias ideas y respetuosas de los demás. Imagino que a Ud.no le gustaría nada cuando los talibanes derribaron los dos Budas Gigantes en Afghanistan. A mi tampoco me gustó nada aunque no soy budista pero creo en la cultura.Los budas llevaban siglos allí.¿Porqué los derribaron? Yo quiero dfender el derecho a existir de los budas en Afghanistan y de los crucifijos en las escuelas públicas italianas visto que así lo afirma la Corte Constitucional Italiana,el gobierno y la oposición.¿Por qué? Porque esa figura de Cristo ha defendido los valores que defiende la Costitución italiana.Eso dice la sentencia. Creame,querido amigo,no hay que enfadarse ni ser intolerantes ni contra Cristo ni contra los Budas.Si usted y yo hubiéramos nacido en Arabia Saudita no nos gustría que ninguna Corte Costitucional encontrara La Meca algo fastidiosa para los no musulmanes. Cada país tirnr un historia,unarte,una cultura.Yo no llevo mi fe a su escuela.Le llevo el derecho a la diferencia.Le llevo el derecho de existencia de una cultura bimilenaria a quedarse donde está.Y tambien con todos mis respetos,le saludo.Alicia

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