-EL CASO DE ROM HUBENS.23 AÑOS EN COMA LÚCIDO.
-”YO GRITABA PERO NADIE ME ESCUCHABA”.
-”LA FRUSTRACIÓN ES UNA PALABRA DEMASIADO PEQUEÑA PARA DESCRIBIR LO QUE SENTÍ”.
-MADRE:”DICE QUE LOGRÓ CONSERVAR LAS GANAS DE VIVIR PORQUE SU FAMILIA CREÍA EN ÉL.SIEMPRE LO MANTUVIMOS A NUESTRO LADO”.
El caso de Rom Houbens ha dado la vuelta al mundo porque es aombroso,aunque según algunos médicos hay mucísimas personas en el mundo mal diagnosticados (entre 3.000 y 5.000) que quedan atrapados en un estado intermedio,por lo tanto que no están en coma vegetativo,como el caso de Hubens,sino que ven,oyen,piensan,gritan,sumidos en su silencio porque nadie es capaz de oír esos gritos,esas voces,esas súplicas.
Algo terrorífico. Hubens ha vivido nada menos que 23 años en éste estado.
Solo una persona se daba cuenta ,la madre,era capaz de establecer en algún modo una comunicación y de entender que el hijo captaba sus mensajes.
Una mujer ,cuando custodia al hijo en el útero materno establece una forma de comunicación con ese niño. Ésto que digo quizá solo las madres pueden comprenderlo, pero por propia experiencia puedo decir que es así.
Fina Houbens,madre del joven accidentado hace 23 años,tuvo al hijo situado en medio de la vida familiar,incluso participando a los eventos de la vida familiar. Esa madre y ese hijo eran todo uno,igual que antes de nacer.
Un equipo médico,tras la insistencia de la madre,pudo constatar que el cerebro de Hubens estaba activo,nunca había dejado de estar activo,y que no obstante la angustia de ver su mente atrapada en un cuerpo paralizado él no era un muerto viviente.
Cuando el equipo médico le instaló un ordenador especial,Hubens empezó a contar su historia vivida en el silencio forzado y dice.
-”Quiero leer,hablar con mis amigos con el ordenador y disfrutar de la vida ahora que la gente sabe que no estoy muerto.”
-”Todo ese tiempo solo,literalmente,soñaba con una vida mejor. La frustración es una palabra demasiado pequeña para describir lo que sentí”.
Toda ésta tremenda historia debería servir para que los médicos afinen sus métodos diagnósticos antes de asegurar que una persona vive en estado vegetativo.
En segundo lugar la experiencia, a todos nosotros, debe hacer reflexionar mucho antes de dar por muerta a una persona.
-”YO GRITABA PERO NADIE ME ESCUCHABA”.
-”LA FRUSTRACIÓN ES UNA PALABRA DEMASIADO PEQUEÑA PARA DESCRIBIR LO QUE SENTÍ”.
-MADRE:”DICE QUE LOGRÓ CONSERVAR LAS GANAS DE VIVIR PORQUE SU FAMILIA CREÍA EN ÉL.SIEMPRE LO MANTUVIMOS A NUESTRO LADO”.
El caso de Rom Houbens ha dado la vuelta al mundo porque es aombroso,aunque según algunos médicos hay mucísimas personas en el mundo mal diagnosticados (entre 3.000 y 5.000) que quedan atrapados en un estado intermedio,por lo tanto que no están en coma vegetativo,como el caso de Hubens,sino que ven,oyen,piensan,gritan,sumidos en su silencio porque nadie es capaz de oír esos gritos,esas voces,esas súplicas.
Algo terrorífico. Hubens ha vivido nada menos que 23 años en éste estado.
Solo una persona se daba cuenta ,la madre,era capaz de establecer en algún modo una comunicación y de entender que el hijo captaba sus mensajes.
Una mujer ,cuando custodia al hijo en el útero materno establece una forma de comunicación con ese niño. Ésto que digo quizá solo las madres pueden comprenderlo, pero por propia experiencia puedo decir que es así.
Fina Houbens,madre del joven accidentado hace 23 años,tuvo al hijo situado en medio de la vida familiar,incluso participando a los eventos de la vida familiar. Esa madre y ese hijo eran todo uno,igual que antes de nacer.
Un equipo médico,tras la insistencia de la madre,pudo constatar que el cerebro de Hubens estaba activo,nunca había dejado de estar activo,y que no obstante la angustia de ver su mente atrapada en un cuerpo paralizado él no era un muerto viviente.
Cuando el equipo médico le instaló un ordenador especial,Hubens empezó a contar su historia vivida en el silencio forzado y dice.
-”Quiero leer,hablar con mis amigos con el ordenador y disfrutar de la vida ahora que la gente sabe que no estoy muerto.”
-”Todo ese tiempo solo,literalmente,soñaba con una vida mejor. La frustración es una palabra demasiado pequeña para describir lo que sentí”.
Toda ésta tremenda historia debería servir para que los médicos afinen sus métodos diagnósticos antes de asegurar que una persona vive en estado vegetativo.
En segundo lugar la experiencia, a todos nosotros, debe hacer reflexionar mucho antes de dar por muerta a una persona.
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