Esos grandes depredadores y destructores de ambiente que somos los humanos,hemos decidido en la Junta de Castilla-León de autorizar legalmente el abatimiento de lobos,animal protegido en España y Europa.
Nuestra especie humana,cuyo deber sería el de proteger ese Patrimonio de la Humanidad constituido por la Naturaleza Inerte y la Naturaleza Viviente,tiene sin embargo en sus genes el espíritu de la destrucción total de cuanto constituye su entorno.
Los humanos hemos decidido para ganar dinero cementificar nuestras costas,hacer desaparecer la mayor parte de especies marinas con prácticas ilegales de pesca,arrasado bosques enteros para hacer campos de golf,contaminado aguas de ríos y océanos,envenenado la atmósfera con partículas letales,cambiado el clima,y así podríamos continuar toda una letanía de desastres.
No estamos dejando títere con cabeza y en la práctica hemos pulsado el botón de la autodestrucción de la Tierra.
Algunos dirán que son exageraciones de nosotros los ecologistas,pero me gustaría recordar a esos que nos tildan de exagerados que si les preguntaran a sus hijos y nietos,dudo mucho de que ellos les respondieran diciendo que están encantados con ser privados de ese legado de la Naturaleza que debería ser custodiado por la actual generación.
Esos “genios políticos” de la junta Castilla-León,en vez de permitir a esa categoría de sádicos de los cazadores de divertirse con el derramamiento de sangre,podrían ocuparse de darle al lobo posibilidad de supervivencia y de darle lo que le hemos quitado aunque sea en otro modo. Al mismo modo que algunas Comunidades Autónomas han colocado comederos para buitres,se pueden instalar usando los restos orgánicos de los mataderos, lugares para que puedan alimentarse los carnívoros sin atacar al ganado.
Si la ley protege éstas especies,también debe editar nuevas normativas para alimentarles en invierno. Recuerdo,por ejemplo,que en Italia cuando hay nevadas copiosas que dejan a los animales salvajes sin comida,el cuerpo de Carabineros se la lanza desde los helicópteros en los lugares más recónditos de los Alpes.
En los lugares donde hay especies protegidas con ésta problemática,y vista la época de crisis económica que vivimos,podría ser un modo de crear nuevos empleos el de constituir la figura profesional de “cuidador alimentario de especies protegidas”.
A los de la Junta de Castilla-León, cero patatero en ambientalismo.
DEJAR VIVIR A HERMANO LOBO.
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