lunes, 22 de agosto de 2011

LA IGLESIA JOVEN DE BENEDICTO XVI MULTITUDINARIA EN MADRID






-NINGÚN LÍDER MUNDIAL HUBIERA PODIDO REUNIR TAN INGENTE MULTITUD DE JÓVENES
-DESMENTIDA LA TESIS DE LA IGLESIA VIEJA Y VACÍA
-RESPETAMOS A QUIÉN PIENSA DIFERENTE Y PEDIMOS EL MISMO RESPETO HACIA NOSOTROS.
Creo que a todos ha asombrado la ingente multitud juvenil que desafiando las temperaturas tórridas del agosto madrileño ha venido de todas las partes del mundo a escuchar las palabras de un anciano venerable.
Las jornadas han sido un éxito para la Iglesia, una ventana exuberante de alegría y esperanza, una isla en una Europa y una España sumidos en el más negro pesimismo.
El anciano venerable ha recordado los dolores que afligen al mundo, desde la destrucción de la tierra a la desesperación de quién no encuentra trabajo, la de aquellos que sufren las penalidades de la guerra y el hambre.
Benedicto XVI también se ha mostrado dolorido por la persecución de los cristianos en ciertos países del mundo o la ”persecución larvada” a que son sometidos en otros países por parte del laicismo beligerante que quiere expulsar los símbolos cristianos de la vida pública considerando que la religiosidad es solo privada e ignorando que en Europa el cristianismo está a la raíz de su cultura y de su vivir democrático.
El Papa no ha entrado en ningún momento en polémica con el actual gobierno español y su laicismo militante. Es cierto que la visita del papa era pastoral y no de Estado por lo cual no se ha hablado de problemas bilaterales.
He apreciado sus palabras cuando ha dicho que los católicos respetan los modos diferentes de pensar pero que piden el mismo respeto para sí mismos.
Es probable que muchos católicos españoles hayan sentido menos la soledad del que muchas veces los creyentes en éste país se sienten víctimas mayormente que en el país laico por excelencia, Francia o Italia, Alemania o Inglaterra, Rusia o Polonia, por decir algunos, ya que en esos países existe un laicismo positivo y no beligerante entre el Estado y la Iglesia.
Ha llamado el Papa también a vivir intensamente la fe sin dejarse seducir del relativismo, a actuar la caridad y a vivir con esperanza. Se puede deducir por la respuesta entusiasmada de la multitud que éste llamado del Papa no ha caído en el vacío.
El Papa de la fe y la Razón, filósofo, teólogo y profesor de universidad parecía no llamado a arrastrar multitudes como su carismático predecesor Juan Pablo II, sin embargo en ésta Jornadas mundiales de la juventud se ha visto que no es así, el Papa profesor ha sido escuchado por una inmensa aula al aire libre de un millón y medio de personas.
Digamos que la Iglesia católica ha demostrado aquí en Madrid toda su vitalidad y también la actualidad de su mensaje de valores positivos ilusionantes para los jóvenes, para aquellos que se niegan a hundirse en el nihilismo yen la protesta sin propuesta.
Creo que creyentes y no creyentes deban de dar gracias al Papa por haber llenado Madrid de sonrisas al menos en éstos días.
Los gobernantes actuales y venideros tengan en cuenta que el cristianismo no “es cosa de viejos”, que nuestra cultura no se entiende sin el cristianismo y procuren en el futuro cambiar el laicismo beligerante por el laicismo positivo del respeto y la colaboración.

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