martes, 15 de mayo de 2012

LA GRAN ESTAFA. ESPAÑA COMO DISNEYLAND


-HEMOS SUFRIDO UNA BORRACHERA COLECTIVA INDUCIDA QUE NOS HA LLEVADO A VIVIR FUERA DE LA REALIDAD Y NOS HA LLEVADO A LA MISERIA.
-¿INDIGNADOS? MÁS QUE INDIGNADOS. PERO INDIGNADOS CONTRA QUIÉN NOS HA ENGAÑADO, HIPNOTIZADO, ESTAFADO. PERSONAS CON NOMBRE Y APELLIDO QUE DEBERÍAN RENDIR CUENTAS.
Creo que no seré la única a tener la sensación de haber despertado después de una gran juerga, y todavía con dolor de cabeza darme cuenta de que la realidad vivida bajo los efectos del alcohol no era la realidad sino una ensoñación de borracho, y que los fastuosos palacios y carrozas no eran otra cosa que escenarios de cartón piedra, calabazas tiradas por ratones, etc...
La triste realidad de la España en que vivimos es que somos un país pobre al que hicieron creer que era rico y por lo tanto los españoles se encuentran con el actual gobierno que les dice sin anestesia que los Reyes son los papás así como el Ratoncito Perez.
Ahora que estamos viendo el estado real de las cosas, ahora que desde Bruselas, el FMI y todas las instancias internacionales y europeas nos enseñan la realidad en toda su crudeza, a mi personalmente, normal ciudadana de a pié, lo que más me asombra es el hecho de como se haya podido tener engañada a tanta gente por tanto tiempo. Como es posible que hayamos participado a una especie de hipnosis colectiva en base a la cual todos albergábamos la convicción de que nuestra primera y segunda casa, nuestra sanidad pública y gratuita, nuestro sistema de instrucción pública, universidades, pensiones, vacaciones, nuestro sistema de gobierno con autonomías, diputaciones, ayuntamientos, naciones y regiones, cada cual con sus competencias duplicadas y triplicadas, todos nuestros sueldazos de los millares de administradores públicos, ministros nacionales, autonómicos, consejeros, todos con sus secretarias, coches oficiales, alfombras rojas, tarjetas de crédito, etc...que todo eso era una especie de regalo de reyes o Papa Noel.
Que pensáramos que podríamos vivir de deudas por toda la eternidad y que los demás países y los sudodichos mercados nos iban a prestar siempre por nuestra cara bonita.
¿Pero como podíamos pensar que eso era posible? ¿Cómo nuestros gobernantes han sido capaces de perpetrar tal engaño colectivo?
¿Cómo podíamos encontrar normal que los bancos y cajas dieran préstamos por el 110% del valor de unos pisos que valían un tercio de lo que nos decían, que nos engañaran como a idiotas estableciendo ellos mismos ese falso valor y luego endosándonos una estafa que nos iba a convertir para siempre en esclavos de esos bancos y cajas?
¿Cómo éste pastel de las cajas se lo han repartido hasta llevarlas a la ruina una serie de gente de partido o de sindicato que sin ninguna competencia financiera han administrado bienes públicos para llevar a los españoles a la pública ruina y llenarse ellos los bolsillos con sueldos millonarios y pensiones estratosféricas?
¿Y dónde estaban los controladores? ¿Porqué el presidente del Banco de España se ha cruzado los brazos? ¿Porqué ha mirado a otra parte?
¿Porqué el Jefe del Estado en vez de cazar elefantes en África no ha llamado a capítulo a los responsables del gobierno exigiéndoles una responsabilidad?
¿Cómo podemos no correr a gorrazos tras de aquellos políticos, alcaldes, ministros, vividores, sinvergüenzas, estafadores varios, que han proyectado esas catedrales en el desierto de aeropuertos sin aviones, autovías sin coches, AVES sin pasajeros, ERES para los amiguetes, asesorías e informes pagados a precio de oro por “yernos de rey” y desvergonzados de todo pelaje, pura picaresca a la española pero de alto bordo y alto costo. ¿Cómo podemos?
Es que no podemos.
¿Indignación? La palabra indignación es demasiado suave para expresar nuestro estado de ánimo de españoles engañados, hipnotizados, robados y estafados.
En realidad los españoles pasada la borrachera a la que hemos sido inducidos tenemos que prepararnos a la cirugía sin anestésicos y volver al punto de partida en éste maléfico juego de la oca en el que nos han metido. Volver atrás en el tiempo. Ser conscientes de nuestra pobreza. Volver a empezar.
Me resulta chusco ver a los “indignados oficiales de Sol” reclamar el “derecho a todo gratis, para todos y para siempre”, en vez de clamar en todo caso en contra de los perpetradores del engaño colectivo.
Viéndolos en Sol creo que todavía son súbcubes de la borrachera inculcada y más bien parece que se nieguen a despertar y a pedir responsabilidades. Porque no hay partidos inocentes, ni sindicatos inocentes, ni cajas inocentes. Hay nombres y apellidos.
Y con ésto digo también que habrá gente decente en la clase gobernante de éstos últimos 40 años. Pero las manzanas podridas han podido con las sanas.
Desde luego no envidio a los actuales gobernantes que deben administrar nuestra miseria, decir la verdad, despertar a un país entontecido por la alucinación colectiva.
Es como si nos hubiéramos ido a la cama pensando de estar en una fortaleza y despertáramos en una cloaca, eso si, revestida de cartón piedra, es decir en una especie de Disneyland.

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