LA UNIÓN EUROPEA VOTA RESOLUCIÓN CONTRA LA PERSECUCIÓN A LOS CRISTIANOS

-FINALMENTE LA UNIÓN EUROPEA CONDENA LA PERSECUCIÓN A LOS CRISTIANOS
-ANTE LA PROTESTA DE MILES DE CIUDADANOS INDIGNADOS POR LA PRECEDENTE RESOLUCIÓN EN QUE NO ERAN MENCIONADOS LOS CRISTIANOS, HA REFORMADO SU POSICIÓN.
Poco después de un mes de que el Consejo de Ministros de la Unión Europea no se pusiera de acuerdo acerca de la condena de las violencia y asesinatos contra minorías cristianas en algunos países como Irán, Irak, Egipto, Afganistán, Pakistán o India porque consideraba “políticamente incorrecto” el uso de la palabra “cristiano” para hablar de persecución religiosa y no respeto de la libertad religiosa, ha cambiado opinión y finalmente se ha votado una resolución de condena a encarcelamientos, atentados, asesinatos, y ejecuciones de cristianos en éstos países.
Recordemos entre tanto la bomba estallada ésta Navidad en una iglesia copta en Egipto que produjo una auténtica masacre, iglesias quemadas en varios países, cristianos expulsados del país por “proselitismo” en Marruecos, la campesina cristiana Asia Bibi condenada a muerte en Pakistán por la ley de la “blasfemia”, el único ministro católico del gobierno del Pakistán Shabbaz Bhatti asesinado después de numerosas amenazas por querer abolir la ley de la “blasfemia” en ese mismo país, el campesino cristiano Said Musa condenado a la horca en Afganistán por haber abjurado el islamismo y que recientemente ha obtenido la gracia después de muchas peticiones de gobiernos y particulares, etc...
La resolución europea da mandato a Catherine Ashton, Alta Representante europea para relaciones Exteriores, para que presente un plan de acciones concretas para proteger a las víctimas de persecución religiosa.
También insta a las Naciones Unidas para tomar cartas en el asunto.
Ciertamente éste resultado se ha obtenido no por iniciativa de la mayoría de los políticos que se habían lavado las manos sino a instancia de los ciudadanos europeos que lo habían pedido.
Lo cual quiere decir que hay que estar muy pendientes de lo que ocurre en las altas esferas del poder para que ésto no ocurra.