-LA IDEA DE LA MEZQUITA EN LA ZONA CERO DE NUEVA YORK ES COMO ERIGIR UN MONUMENTO AL EMPERADOR DEL JAPÓN EN PEARL HARBOUR.
-TAMPOCO SERÍA BUENA IDEA CONSTRUIRLA EN LA ESTACIÓN DE ATOCHA EN MADRID O EN EL METRO DE LONDRES
No me parece que el presidente de los Estados Unidos Barack Obama haya estado muy acertado en el defender la construcción de una mezquita en la zona cero de Nueva York asegurando que es un problema de libertad religiosa, ni creo tampoco que la cosa tenga nada que ver con la libertad de culto.
La Zona cero para el imaginario colectivo de la sociedad occidental es una herida muy difícil de borrar. Creo que lo mismo sería equivocado erigirla en la estación de Atocha de Madrid o en la estación del metro de Londres.
Para los familiares de las víctimas de esos atentados terroristas ese es un lugar de dolor, no se puede ofender su memoria.
Los millares de muertos de Nueva York, Madrid o Londres son víctimas inocentes de una guerra no declarada.
O mejor sería decir, la guerra declarada por otros, la Guerra Santa Mundial, aquella que querría la desaparición sangrienta de los “infieles”, o sea, todos nosotros no profesantes del islamismo.
La mezquita en la Zona Cero de Nueva York cuyo costo de construcción está calculado en cien millones de dólares seguramente financiado por Arabia Saudita, país donde, atención, está penalmente castigada la exhibición de una cruz en el cuello.
No creo que el presidente Obama encontrara natural erigir un monumento al emperador japonés Hiro Hito en la ciudad de Pearl Harbour no obstante sea verdad que han pasado muchos años de la Segunda Guerra Mundial y actualmente el Japón sea un país amigo.
Un centro para el culto islámico puede construirse en otro lugar de la ciudad de Nueva York, pero no en el centro neurálgico de lo que muchos ciudadanos americanos consideran un injustificado holocausto de ciudadanos inocentes asesinados por el solo hecho de ser americanos.
Con sus incautas declaraciones a favor de la construcción de la mezquita en la Zona Cero el presidente americano ha demostrado escasa sensibilidad con el dolor de las víctimas
La Política no puede prescindir de la Historia ni tampoco de la Memoria.
La libertad religiosa no tiene nada que ver con éste problema que tiene más bien el aire de una provocación en la que el presidente ha caído como un pardillo recordando lamentablemente esa tontería de su colega el presidente español Rodriguez Zapatero llamada Alianza de Civilizaciones.
Resulta increíble que todo un presidente de los Estados Unidos pueda cometer un error tan garrafal que puede incluso influir negativamente en su futuro electoral.
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