-INÉS DEL
RÍO, ASESINA DE ETA, NO SE ARREPIENTE DE NADA.
-IGUAL QUE
EL CRIMINAL NAZI ERICH PRIEBKE MUERTO EN ROMA HACE UNA SEMANA,
TAMPOCO SE ARREPENTÍA DE SUS CRÍMENES.
-HÉROES
AMBOS DEL SIGLO DE LAS IDEAS ASESINAS.
El Tribunal
de Derechos Humanos de Estrasburgo ha dictado la más "inhumana" de sus
sentencias cuando ha dictaminado que la terrorista etarra Inés del
Río fuera puesta en libertad por la anulación de la así llamada
Doctrina Parod ya que ha considerado que en el caso de ésta
terrorista la ley se había aplicado en forma retrospectiva.
Ésta señora
había cometido 24 asesinatos y cada asesinato le ha costado menos de
un año de cárcel. Alguien ha dicho que en España se había
legitimado LA TARIFA PLANA DEL CRIMEN.
No puedo por
menos de recordar a Luigi Pirandello y el título de su obra “UNO,
NINGUNO, CIENMIL”. Pues eso, a ésta mujer le daba igual matar a
uno, a ninguno, o cien mil, lo importante era matarlos para defender
sus “ideas”.
Ésto trae a
mi memoria a la escritora italiana Oriana Fallaci, la cual ha sido
una gran conocedora de la historia del S.XX en la que ella participó
sea como joven partisana en la lucha contra los nazis en su Italia
natal, sea como periodista y reporter de guerra así como
entrevistadora de los más importantes personajes después de la
Segunda guerra Mundial.
Ella
sostenía la tesis de que EL SIGLO XX HABÍA SIDO EL SIGLO DE LAS
IDEAS ASESINAS.
Se refería
a la gran tragedia humana causada por el NAZISMO y por el COMUNISMO,
ambas ideologías justificaban sus carnicerías con el logro de una
finalidad importante.
En nombre de
esas “ideas” se mataban sin ningún remordimiento a millones de
personas.
Hace pocos
días comentábamos aquí la “historia del cadáver que nadie
quería”, es decir, la historia de los restos mortales del asesino
nazi Erich Priebke, muerto en Roma cumpliendo su condena perpetua
a causa de los 335 asesinatos cometidos en el criminal episodio de la
Fosas Ardeatinas, al cual ningún ayuntamiento ni parroquia romana, ni ningún
país, ni la Alemania donde nació, ni la Argentina donde se escondió
y donde residen sus descendientes, ni la Italia que le condenó a
cadena perpetua. Nadie, quería hacerse cargo del muerto.
Tanto es así
que el Estado Italiano decidió convertir en secreto de estado su
enterramiento y todavía ahora no sabemos nada al respecto.
El criminal
Erich Priebke se vanagloriaba de sus crímenes y nunca pidió perdón
por ellos ni a las víctimas, ni a los ciudadanos de Roma ni a la
nación italiana.
La asesina
etarra Inés del Río sale de su condena-tarifa-plana sin
arrepentirse, ni pedir perdón a las víctimas ni resarcirlas.
Sale
aplaudida por los suyos con sonrisa triunfal y sintiéndose una
auténtica heroína.
Y eso es lo
que es: HEROÍNA EN EL SIGLO DE LAS IDEAS ASESINAS, donde el fin
justifica los medios y la vida humana no vale absolutamente nada.
EN LA FOTO:
Inés del Río, de profesión asesina.
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