Las mujeres
que, como quién escribe ésta nota, ha dedicado parte de su vida a
intentar mejorar la condición de la mujer y a dignificar su persona,
pienso, que como yo se habrán quedado de piedra viendo la
mamarrachada esperpéntica organizada por lo que de ahora en adelante
llamaremos TETA-FEMINISTAS para distinguirlas de las feministas
normales y de los movimientos de la mujer y de todos los partidos e
ideologías, todo un universo desconocido en general, porque está
equivocado quién quiere colocar el feminismo en un lugar concreto
del espectro político.
Si hay una
cosa que acomuna a todos los movimientos femeninos y feministas es el
rechazo hacia el hecho de que el cuerpo de la mujer sea considerado
una mercancía.
A las
mujeres que nos interesamos por la condición de la mujer nos repugna
que para vender coches, motos, licores, cigarrillos, lencería,
viajes al caribe o al Polo Norte, pongan mujeres desnudas.
NUESTRO
CUERPO NO ES UNA MERCANCÍA.
FEMEM ES UNA
MAMARRACHADA, es ridiculizar a las mujeres, las cuales, según éste
demencial grupo nacido en la estepa rusa, para VENDER SUS IDEAS DEBEN
DE PONER SUS TETAS EN PRIMER PLANO.
Chicas,
volveros a vuestras nieves y no habléis en nuestro nombre de mujeres
que creemos que nuestros argumentos se defienden con la palabra y no
con los pectorales.
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