sábado, 14 de mayo de 2011

ZAPATERO Y SU NAVE DE LOS LOCOS




-SEGUIMOS HUNDIENDONOS CADA DÍA UN POCO MÁS
-EL PAIS ECONOMICAMENTE Y SOCIALMENTE SIN SALIDA
-EL FONDO LO HEMOS TOCADO CON LA DECISIÓN DEL CONSTITUCIONAL.
Desde hace años nos es difícil vivir con el continuo sobresalto al que nos tiene sometidos el presidente del gobierno que nos ha tocado en suerte padecer. Hay quien dice que eso es la democracia y que es el presidente que los españoles eligieron, pero ese razonamiento no sirve mucho de consuelo.
También Adolf Hítler fue elegido democráticamente por los alemanes y todos sabemos como acabó la cosa. No quiero ,es obvio, comparar al presidente del gobierno español con Hítler, pero si quiero señalar que el hecho de que un presidente sea elegido por una mayoría nos es en si ninguna garantía de que las cosas vayan bien.
En éstos años ha pasado de todo. La sensación es de que un loco haya tomado el puente de mando de éste país y que vayamos sorteando icebergs que el capitán no reconoce como tales negando su misma existencia. Como si no fuera poco el tal capitán de éste barco de la demencia ha hecho en modo de que todos los pasajeros y tripulantes se hayan dividido en bloques enemigos y que cada uno tenga opiniones diferentes sobre cualquier cosa que concierna las personas de la nave, las disputas históricas de sus abuelos, el nombre de la nave e incluso su mismo destino.
Ya nadie sabe de que puerto se zarpó ni a que destino va dirigida.
El barco hacía parte de una flota de cuyas naves pendía la bandera estrellada de la Unión Europea, pero hace tiempo que la nave zapateril se obstinó en tomar otro rumbo afirmando que todos los otros capitanes eran unos fracasados, estaban equivocados, carecían de rigor ideológico y memoria histórica, hayándose él, sin embargo, iluminado por fuerzas superiores provenientes del espacio sideral y que por lo tanto el convencimiento de que la nave española podría aprodar ella sola en algún luminoso y desconocido puerto donde se habrían encontrado en modo definitivo y luminoso la paz y prosperidad de la que los españoles de las diversos territorios convivientes en lo que antes de la llegada de Zapatero, era un país estaban ansiosos.
En rigor a la verdad hay que decir que los varios jefes tribales (de las comunidades así llamadas autónomas) deseaban bajar las chalupas y quién a un lado quién a otro proseguir por su cuenta el viaje instalando en cada chalupa una propia bandera.
Y así en éstos sucesivos años, los marineros y tripulantes han dejado de recibir paga, no saben donde van y muchos de ellos se están pensando si proseguir o bajar nuevas chalupas a la mar e intentar llegar a alguna de las otras naves de la flota europea original donde seguramente el capitán está cuerdo, sabe donde va y paga a la marinería.
También el pasaje está tratando de amotinarse, secuestrar al capitán, obligarlo a llegar a algún puerto y allá, si llegan indemnes y sin chocar con algún iceberg, esperar que otro navío pase a recogerles.
Hecho está que a la partida la economía de la compañía naviera estaba pujante, mientras que en la actualidad las autoridades monetarias de la Unión Europea han señalado que la nave española anda a la deriva por el Mediterráneo junto a las de Grecia, Portugal e Irlanda, sabido lo cual el pasaje está cercano al amotinamiento, los trabajadores quieren tirar por la borda al capitán para pasto de tiburones y el grupo que quería simplemente hundir el barco, ha pensado que quizá sea mejor contratar la rendición del capitán y tomar ellos el mando en vez de hundirlo.
El pasaje ha intentado convencer al capitán que quizá lo mejor sea acercarse a la flota europea y aceptar las duras condiciones para ser de nuevo aceptados en el club, pero a éste punto el capitán de la nave de los locos ha pensado que quizá la idea mejor fuera la de pasar el mando a aquellos que primero querían hundir la nave mientras ahora se dicen conformes con hacerse con ella y conducirla a donde les de la gana.
El tribunal constituido en el barco para dirimir los problemas entre el capitán, los pasajeros, la tripulación y la marinería ha dado el consenso para ésta solución considerando que el hecho de que quisieran hundir el barco no es obstáculo para que tomen el mando del barco porque no consentirlo sería discriminatorio con el sudodicho grupo.
Actualmente discuten furiosamente la discutida y discutible decisión del tribunal de la nave de los locos todas las gentes del barco mientras el capitán sonríe con beatitud y con talante mirando la puesta de sol.

No hay comentarios:

Publicar un comentario