-LA REVOLUCIÓN CON VELO O SIN VELO TIENE CARA DE MUJER.
-LA VERDADERA DEMOCRACIA NO LAS PUEDE EXCLUIR.
-LOS ORGANISMOS INTERNACIONALES DEBEN DE AYUDAR PARA QUE SE RESPETE LA IGUALDAD EN LAS DEMOCRACIAS EMERGENTES.
Vaya toda mi simpatía hacia esos millares de mujeres que o con velo o sin velo han recorrido las calles en Egipto, Tunez, Siria, Libia o Yemen.
En éstos últimos meses estamos asistiendo atónitos a esa espontánea revolución de autoconvocados que está cambiando la historia de los países del norte de África o de Oriente Medio.
Es una revolución diferente a todas las demás revoluciones que hemos conocido.
No es una revolución liderada por fuerzas religiosas ni ideológicas.
Si nos fijamos bien en cuanto nos es dado ver a través de la TV no podemos por menos de notar que al frente de la multitud marchan jóvenes y muchísimas mujeres. En Yemen hemos visto a las mujeres con velo mezcladas a los hombres, lo cual ha provocado la airada reacción de los imanes, por el hecho de ir junto a los hombres, cosa que está mal vista por el Islam.
Son multitudes muy diferentes a las que vimos en los años 70 organizadas en Irán, donde las mujeres veladas pedían la república islámica, ignaras posiblemente de estar firmanda su carta de esclavitud perpetua.
Ahora es muy diferente, los jóvenes y las mujeres en esos países, piden a sus gobernantes trabajo, libertad y democracia.
Y seguramente, espero de no equivocarme, esas nuevas democracias van a contar con la participación de la mujer, sino, no serían verdaderas democracias.
Hoy día el mundo, a través de las nuevas tecnologías, se ha globalizado a tal punto que es muy difícil hasta a los mismísimos dictadores de oponerse a la masa de ciudadanos concienciados de sus derechos.
Y las mujeres árabes están concienciadas de su derecho de ser ciudadanas de clase A.
Nosotros, países occidentales, que en algún modo estamos participando a ese debate a través de los organismos internacionales o de las redes sociales, debemos de contribuir a que esas democracias nazcan bien y no sean excluyentes del mundo femenino.
También las mujeres y los organismos internacionales de mujeres, deben de apoyar a sus congéneres en los países árabes y musulmanes para que tengan igualdad de derechos.
Es muy difícil conseguir a las mujeres Árabes que acepten que el velo es un signo de sumisión y acatamiento al hombre, para ellas es su religión y no entienden que toda religión oprime siempre a la mujer en favor del hombre. A lo largo de la historia siempre han sido las religiones las que han oprimido a la mujer. ¿Por que se castiga siempre a la adultera en cambio el hombre queda como todo un macho?,
ResponderEliminarEs verdad que en la antigua ley mosaica estaba contemplada la lapidación para las adulteras, pero fue justamente Jesucristo quién impidiendo la lapidación de la adúltera no solo fue en realidad el primer abolicionista de la pena de muerte sino que además cambió el modo de tratarse los hombres con las mujeres. Antes de Cristo la mujer era considerada "impura" mientrass que Cristo, sin embargo, tenía amistades femeninas e incluso hablaba con la samaritana-cosa que no habría hecho otro judío,tanto que los apóstoles se lo criticaron-en realidad el cristianismo cambia la relación hombre-mujer.Es cierto que la iglesia como tal ha evolucionado con mucha lentitud y que mucho queda por hacer, pero por fortuna no podemos considerar que las mujeres de cultura cristiana estén en la misma condición que las de cultura musulmana. El occidente de raíces culturales cristianas está políticamente en ese sentido muy evolucionado.
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