Éste es un cuaderno de apuntes sobre la vida que nos transcurre delante y donde reflexionar sobre aquellas cosas y temas diversos de la actualidad o de la política que cada día pasan ante nuestros ojos. Cosas que podemos criticar pero en las que poco se puede incidir dada nuestra condición de hormigas. Desde el punto de vista de las hormigas que somos nuestras opiniones no sirven a cambiar las cosas pero un hormiguero muy grande puede mover una montaña. O eso se espera al menos.
domingo, 10 de julio de 2016
LA MUERTE DE VÍCTOR BARRIO. TERMINEMOS PARA SIEMPRE CON EL DOLOR COMO ESPECTÁCULO DE MASAS.
-LA MUERTE Y LA SANGRE NO PUEDEN SER UN ESPECTÁCULO DE MASAS
Es con horror que hemos visto la terrible cogida mortal del joven torero Víctor Barrio en Teruel. Este horror nos acompaña a muchos cuando vemos esa carnicería llamada, mejor mal llamada, Fiesta Nacional, la corrida de toros.
A muchos nos parece un horrendo espectáculo más propio de los circos romanos en época de Nerón, que de un país europeo del S.XXI como es España.
No puede ser que en nuestro país la tortura, la sangre y la muerte sean un espectáculo. Es muy lamentable que una tan salvaje fiesta sea promocionada como acto cultural por parte de gobiernos nacionales y locales de un u otro color.
es triste decir que la muerte del torero, como es este triste caso, muchos espectadores la contemplan como algo "comprendido en el precio de la entrada", algo, la muerte en directo, que podrán contar a amigos y familiares como testigos presenciales.
he leído en algún periódico que Víctor Barrio ha tocado la gloria de su muerte en la arena.
Sinceramente es algo espantoso que se pueda decir. No creo que la madre de ese joven encuentre nada de glorioso en la pérdida de su hijo.
Mientras tanto en nuestro país no solo se afirma que esto es Arte y Cultura sino que además se financian escuelas taurinas sin advertir a los adolescentes de que es algo feo y cruel y también en casos mortal.
No solo, en estas fechas cada mañana oímos de los encierros de las fiestas de San Fermín y mas que fiestas parece un parte de guerra con heridos leves, graves y también alguno que otro muerto. Igual que en Pamplona en otros pueblos hay personas que mueren en los encierros y diversas salvajadas que aquí se consideran fiestas y a nadie le parece raro y curiosamente los gastos hospitalarios de esta gente que consideran que se puede morir por diversión los debemos sufragar los contribuyentes, esos mismos que a lo mejor deben de esperar un año para operarse de la cadera.
Mientras acompaño en el dolor a la familia de Víctor Barrio por tan triste muerte en una edad que no es la de morir sino la de ir al baile, espero que se reflexione sobre un tema muy serio que nos preocupa a mucha gente.
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