Quién
escribe éstas líneas siente profunda admiración por la Reina
Sofía.
Tiene
cantidad de cualidades humanas y es el personaje más estimado,según
las encuestas, por la gente común entre los miembros de la familia
real.
Sofía de
Grecia es muy apreciada entre la gente común ya que siempre está en
los lugares en que debe de estar, sin ejercer esa especie de
“estrellato” de, por ejemplo, la ya desaparecida Diana de Gales
la cual iba siempre acompañada por un séquito de periodistas y
fotógrafos como Angelina Jolie.
Ella, la
Reina Sofía, es el colmo de la discreción cuando está en países
lejanos siguiendo de cerca proyectos de las varias ONG que se ocupan
de la infancia o de las mujeres en dificultad o de los animales
protegidos, o de los perros y gatos abandonados...o de tantas cosas
grandes y pequeñas que para ella tienen importancia aunque no den
relumbrón.
Siempre la
vemos cercana a buenas causas, amante de la naturaleza, del arte, de
la música así como de su familia.
Abuela
maravillosa con sus nietos, tierna y amable, siempre presente en los
momentos significativos, jugando con ellos y soplando tartas de
cumpleaños.
Recuerdo un
día en Barcelona paseando a mi perro que me crucé con una discreta
señora que también hacía lo mismo.
Era la reina
Sofía.
Sola con su
perro.
Si como
mujer, abuela y ama de perros es una estupenda persona, como reina
creo que se la puede juzgar como siempre impecable, no se recuerdan
en ella meteduras de pata o gestos de mal gusto, cosas que suceden en
“las mejores casa reales”.
Como el
mismo rey la definía, es una “excelente profesional”, no en vano
desciende de 17 reyes y lleva los gestos reales en modo completamente
natural, cosa difícilmente imitable. Quizá eso sea la realeza
antigua de la que ella es una de las últimas representantes.
Realeza no
significa altivez, ni mirar a nadie por encima del hombro.
Realeza
significa llaneza.
Realeza
significa estar en cualquier momento a la altura de las
circunstancias.
No creo que
Sofía de Grecia haya sido muy feliz en su matrimonio, ha tenido que
tragar muchos sapos a lo largo de su vida, seguramente no ha sido la
más feliz de las esposas.
Por eso, el
otro día, cuando ha besado al Rey todos nos hemos prefuntado qué
significado tenía ese beso.
¿Era el
beso compasivo de Sofía a ese señor, su marido, ya mayor y lleno de
dolores que debería entrar de nuevo en el quirófano?
¿O era el
beso de la Reina Sofía de apoyo al rey como Institución en un
momento en que la institución tiene dificultades?
Quién
escribe cree que el beso significaba ambas cosas.
Como
siempre, una señora impecable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario