-UNA ENEIDA DEL S.XVI, UNA PEPITA DE ORO DEL PERÚ, UN CHEQUE DE UNA UNIVERSIDAD...EN CASA DEL MAYORDOMO IMPUTADO.
-UN MAYORDOMO, UN INFORMÁTICO, UN LIBRO DE COTILLEO, UN DIRECTOR DE BANCO DESTITUIDO, CARDENALES BAJO SOSPECHA.-EL PAPA UN CORDERO ENTRE LOBOS.
En fin, digamos que con éstos ingredientes se podría escribir un libro tipo Código Da Vinci. Desde hace tiempo se publican documentos reservadísimos del Papa que solamente quien esté en el círculo mas estrecho de Benedicto XVI puede tener acceso.
Desde luego son ya tantas cosas las que hemos leído en la prensa independiente y en la especializada de expertos vaticanistas como es el caso de VaticanInsider, que habría material para escribir otro betseller como el de Dan Brown.
Parece que van a ser acusados del robo el mayordomo papal Paolo Gabriele y el informático Claudio Sciarpelletti, que también trabaja en el vaticano, per es obvio que la cosa deja perplejos. ¿Todo ésto provocado por un mayordomo y un informático para alimentar la prensa de escándalos o enriquecer a un periodista sin muchos escrúpulos como es el caso de Gianluigi Nuzzi y su libro “Su santidad, las cartas secretas de Bernardo XVI”?
Parece un poco demasiado poco.
Hace ya tiempo la barca de Pedro navega en aguas convulsas, como no olvidar el escándalo de los lefebvrianos cuando la iglesia hizo un gesto aperturista con su comunidad de S. pío V y tras las polémicas declaraciones del obispo Willianson y su negacionismo del Holocausto se organizó un escándalo internacional siendo inundado el vaticano de protestas de fieles venidas de todo el mundo.
Todavía hoy existe un tira y afloja en el vaticano sobre readmitir a la secta que Juan Pablo II consideró hereje porque ordenaba sacerdotes y obispos sin el consenso del vaticano, negaba validez al Concilio Vaticano II y ellos a su vez consideraban herejes a todos los papas del Concilio y tras el Concilio.
Heridas y divisiones no cerradas en la iglesia como no lo están los modos en que se afrontó el terrible problema de la pedofilia, el de los legionarios de Cristo, el de los Desobedientes de Viena, el de las monjas rebeldes americanas y tantas cosa grandes o menos grandes.
Digamos que la Iglesia es una olla a presión que podría estallar en el momento menos pensado.
El actual Papa Benedicto XVI es un intelectual de reconocido prestigio internacional, persona de gran espriritualidad, teólogo y escritor. No lo imagino pendiente de los juegos de poder internos al Vaticano, él está por encima de esas cosas y quizá haya perdido el control de la marinería de la nave de Pedro de la que él es capitán.
Es una persona anciana y de salud muy delicada. Es muy posible que toda éstas mareas de basura de unos contra otros que se eleva del Vaticano como si hubieran puesto estiércol en un ventilador, sea una lucha de poder para asegurarse la elección en el próximo cónclave que muchos presienten cercano.
Es posible que la investigación apenas abierta contra “el cuervo” Gabriele y su colaborador Sciarpelletti, pueda hacer luz sobre los auténticos maniobradores de éste escándalo, podamos ver quién sale beneficiado y quién perjudicado, sepamos por cual motivo haya sido destituido el director del IOR (Banco Vaticano) Ettore Gotti Tedeschi y porqué éste considerare en peligro su vida al punto de entregar una serie de carpetas con documentos “por los cuales podría ser asesinado”, y nos viene a la memoria también la muerte bajo un puente de Londres de Roberto Calvi, director del Banco Ambrosiano, también llamado el “banquero de Dios”. Intrigas y misterios de los años 70.
En fin, no podemos por menos de pensar que cosas así eran propias en la Iglesia del Renacimiento y del poder temporal cuando las intrigas e incluso las muertes misteriosas eran algo normal. Pero ahora no estamos en el S. XVI, hoy día, la Iglesia en tiempos de Internet no puede permitirse episodios como éstos a la luz del día sin que ello cause escándalo a la opinión pública.
Así nos toca ver al Papa Benedicto cual cordero entre lobos, con afilados puñales en su costado, con traiciones dolorosas como puñales. Judas se ha instalado junto a él.
Es muy posible que entre los cuervos no falte algún cardenal o grupo de cardenales. Y si no lo es, si es lo que parece. Veremos.El tiempo nos dirá a quién quiere beneficiar ésta maniobra.
Ahora es difícil predecir posibles “papables”, puede que tras un polaco y un alemán, algún italiano tenga aspiraciones, cierto, será difícil y problemático que el próximo Papa pueda estar a la altura de un líder mundial en grado de cambiar la Historia como lo fue Juan Pablo II, o a la altura intelectual de Benedicto XVI.
Y difícil será al próximo Papa tomar el timón de una nave en medio de un temporal. El Espíritu Santo va a tener un trabajo pero que muy difícil.
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