-LA SOLEDAD HUMANA .
-LOS RAROS ENCUENTROS EN EL DESIERTO.
-ÉL.
-POLVO QUE ES POLVO.
Cuando comencé mi Diario describía un Desierto. Gira y gira, siempre me encuentro en ese lugar.
¿Imagen pesimista o tal vez realista de la Condición Humana?
Cuando uno nace se encuentra ”arrojado al mundo” como decía Ortega. Solo.
Y así me imagino yo a nosotros los humanos. Personas vagantes en un Desierto donde pueden ocurrir tantas cosas.
Donde vas encontrando otros seres como tú, compartiendo con ellos tu condición humana de soledad en ese Desierto.
Puedes llevarte en el Desierto sorpresas buenas y malas porque el camino es largo y es indefinido porque en general te sientes perdido o desorientado cuanto menos.
Y mientras llevas tu soledad a cuestas puedes por lo tanto encontrar a otros con sus soledades a cuestas. También, a veces, puedes toparte con las increíbles flores del desierto. Extrañas criaturas de las que no se entiende su existencia y sobrevivencia en lugar tan hostil y árido.
Recorrerás junto a esos caminantes algunos trechos pero al final cada uno elegirá diversa vía.
O en el mismo camino encontrarás a alguien que, quizá, te acompañe con su silencio y no con su palabra. Seréis soledades paralelas,destinadas a caminar juntas sin encontrar una convergencia real jamás por larga que sea la ruta o el tiempo del recorrido.
Ante las flores del desierto quedarás pasmado por su belleza.
Igual te pasará con los oasis. Querrás quedarte siempre ahí gozando de su sombra, del agua, de la compañía de los otros caminantes allí parados.
Pero algo te impulsará a seguir tu camino acompañado por tu propia soledad. A ellos les pasará igual.
Y así como has encontrado las hermosas flores del Desierto, al mismo modo te toparás con serpientes y alacranes.
E incluso te sorprenderás de cruzarte con personajes de la historia que aún andan perdidos en la nada buscando un sentido a las cosas sin conseguirlo.
Puede que encuentres a la Historia misma, a la Muerte, a la Ciencia, a la Libertad. No sabrás si son sombras o producto de tu imaginación como los espejismos.
Eso. Los espejismos. Esos si que son peligrosos. Porque hay muchos y te parecerán maravillosos y fantásticos.
Pero son tan insidiosos como los mismos escorpiones porque no son reales y uno queda fascinado y puede hasta morir quemado por el sol allá donde cree de estar en una frondosa arboleda.
Difícil orientarse en el Desierto.
Si tienes suerte te encontrarás con Él.
Puedes conocerle, reconocerle, o puede que no.
En una mano tendrá arena del Desierto, puro polvo del Desierto. La otra mano estará abierta y tendida hacia ti. La actitud te sorprenderá. ¿Es otra convergencia paralela?
Pero las convergencias paralelas están ahí pero no te tienden su mano. Son como las vías del tren.
Si le preguntas porque tiene arena en una mano te responderá que de ahí vienes tú. Puro polvo. Y añadirá que después de caminar por el Desierto uno se vuelve igual. Puro polvo.
Toda la Humanidad es puro polvo. De ahí viene y ahí va.
Puedes tomar su mano tendida y dejarte llevar por el camino. Te sentirás seguro y por primera vez tendrás la sensación de no estar solo.
Pero si de repente te encuentras de nuevo solo, no será Él quien ha soltado tu mano.
Serás tú mismo quién la ha soltado corriendo hacia un nuevo espejismo.
Desierto en el Desierto de nuevo.
Si otra vez te desesperas, puedes llamar Le. Seguramente volverá a por ti.