-ÁNGELA MERKEL, AÚN CONSCIENTE DE PONER EN PELIGRO SU CARRERA POLÍTICA, EN NINGÚN MOMENTO HA RENUNCIADO A DEFENDER SUS PRINCIPIOS MORALES EN DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS.
Es absolutamente tremendo el terrorismo que ha golpeado a Alemania en estos días de Navidad del 2016, y antes a otros países europeos. Es así mismo poco alentador el hecho de que la guerra de Siria se haya convertido en una auténtica carnicería y que los intereses de Arabia Saudita, Irán, Turquía y Rusia sigan contendiéndose ese territorio como en un tablero de ajedrez con absoluto desprecio de las vidas humanas.
No parece que el problema vaya a solucionarse y resulta difícil pensar a corto y medio plazo que se pueda resolver si ninguna de esas partes implicadas quiere renunciar a nada.
El ISIS en su atroz forma de hacer la guerra en ese territorio extiende también sus tentáculos en los países europeos, Turquía y Estados Unidos.
Pero el problema más grande es que 11 millones de sirios han huido de esa terrible guerra y se han asentado en campos de refugiados en Jordania, Líbano, Turquía, Grecia e Italia intentando por todos los medios venir a Europa buscando de poder sobrevivir a esa guerra despiadada.
Europa no tiene la capacidad de acogida para tal cantidad de personas, a ello se une el tema de los "infiltrados" o de los "radicalizados" de segunda generación.
Casi todos los países tienen mucha dificultad para aceptar una "diferente cultura" y tras los atentados esta desconfianza se ha convertido en miedo y también en algunos casos en oportunismo político contra Merkel que desde el primer momento y en defensa de los valores europeos de derechos humanos e incluso apelando a las raíces cristianas de Europa ha invitado a los alemanes y a los demás países de la UE a acoger a los refugiados de guerra.
A ésta política abierta y que, no se puede negar, crea problemas y riesgos, han dado respuesta el reciente elegido presidente americano Trump diciendo que cerrará sus fronteras a los musulmanes y otros inmigrantes económicos, y lo mismo ha sucedido en el Reino Unido con el Brexit, en Francia el símiles actitudes por parte de Le Pen, así como en los países del Este Europeo integrados en la UE y en la misma Alemania y Holanda crecen partidos de corte xenófobo de extrema derecha.
Es indudable que el atentado terrorista de Navidad en Berlin le va a pasar una elevada factura a Merkel en las elecciones cercanas.
No obstante esto ella ya le dijo claro a Trump, que Europa no renunciaría a ser defensora de los derechos humanos y de los valores en que se ha fundado la UE.
Merkel está perdiendo su batalla personal en política pero se ha negado a vender sus principios morales.
Quien escribe estas líneas quiere manifestar su admiración hacia ésta mujer que pone los principios morales antes que su carrera política. Algo muy raro hoy día donde en política raramente se defienden principios éticos y morales.
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