lunes, 17 de agosto de 2015

LA MUERTE POR DIVERSIÓN NO CABE EN LA ILUSTRACIÓN NI EN LA RELIGIÓN



-EL ESTADO NO LLAME CULTURA A LAS FIESTAS TAURINAS NI PERMITA LA MUERTE DE SUS CIUDADANOS ENTRE FIESTAS Y BORRACHERAS.

-LA IGLESIA RECUERDE QUE NO HAGAN EN SU NOMBRE FIESTAS CONDENADAS EN BULAS Y ENCÍCLICAS. DOCUMENTOS DE PIO V Y EL PAPA FRANCISCO.

Ocho personas han muerto en las “fiestas del verano” en España. Todas éstas personas han muerto por asta de toro por diversión. En los varios pueblos del suelo patrio se divierten en éste modo, con la sangre y la muerte, por tradición, o lo que es peor en fiestas de vírgenes o santos.

Dos importantes matadores de toros están al borde de la muerte también por diversión en esa civilizada y sangrienta barbarie que llaman Fiesta Nacional y que la mitad de los españoles consideramos un insulto.

Dicen que es la Tradición. Cierto que la Ilustración es cosa de “afrancesados”, aunque afortunadamente hoy día es la forma de pensamiento dominante en Europa, excepción hecha por España, algunos lugares del sur de Francia y Portugal, aunque en esos dos países al menos se ahorran las catetas fiestas pueblerinas de quemar toros, tirar cabras por los campanarios o simplemente correr delante de los astados hasta que éstos te pillan y te matan, pero como decía el añorado humorista Gila en los años 50 “!Nos lo pasamos tan bien!”.

Sería oportuno que la Iglesia Católica les recordara a aquellos que hacen el bestia invocando a maría Santísima que aún está vigente la famosa bula de san Pío V, DE SDALUTIS GREGIS DOMINICI (1567), donde se excomulgaba a quienes participaran en “aquellos espectáculos en que se corren toros y fieras en el circo o la plaza pública que nada tienen que ver con la piedad y la caridad cristianas...y por ser espectáculos cruentos y vergonzosos, propios no de hombres sino del Demonio”. En tal bula papal aquellos que murieran en éstas fiestas o en duelo no deberían ser enterrados en tierra cristiana.

También el actual papa Francisco en su Encíclica LAUDATO SI dice “El corazón es uno solo y la misma miseria que lleva a maltratar a un animal no tarda en manifestarse contra las demás personas. Todo ensañamiento con cualquier criatura es contrario a la dignidad humana”. (Laudato si,cap. 92).

Quizá la Iglesia en España debería recordar a párrocos y capellanes de los varios pueblos que esas fiestas son paganas y heredadas de los circos de Nerón pero que dios no tiene nada que ver con ellas.

Tampoco el Estado debería permitir fiestas masivas donde los ciudadanos encuentren fácilmente la muerte entre copa y copa.

Ni el estado debería en algún modo subvencionar éstas salvajadas y mucho menos considerarlo patrimonio cultural, ni consentir las escuelas taurinas ni las trasmisiones televisivas en horario infantil porque la muerte y la sangre por diversión es cosa mucho peor que la pornografía.


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