-DEBEMOS
DENUNCIAR, GRITAR, PROTESTAR, ACTIVAR CUALQUIER MEDIO EN QUE NUESTRA
VOZ PUEDA SER OÍDA PARA PARAR LA MASACRE DE NIÑOS EN LAS GUERRAS DE
MEDIO ORIENTE.
En los
últimos tiempos las fotos de los niños, víctimas más indefensas
de las guerras en Medio Oriente, son como un puñetazo directamente
al hígado.
¿Debemos
ver esas fotos? ¿Debemos hablar de éste problema?
Sobre ello
hay opiniones diversas, hay quién dice que esas fotos son morbosas y
es mejor ocultarlas, hay quién piensa que la verdad por horrible que
sea y por mucho que nos provoque turbación, es mejor verla.
En nuestra
“civilización de la noticia e imagen inmediata”nos hemos como
curtido e insensibilizado ante los espantosos problemas que están
ocurriendo a pocos kilómetros de nuestras fronteras, y como decía
antes, hay quién piensa que es mejor no ver, intuir y conocer pero
sin ver.
No pretendo
en ningún modo tener razón, pero recuerdo como en ocasión de la
guerra del Vietnam, dio la vuelta al mundo aquella fotografía de la
niña desnuda huyendo de las bombas de napalm, y que aquella foto
concienció al mundo y fue el inicio del fin de aquella horrible
guerra.
Más
recientemente las fotos de los niños de Siria muertos en fila por la
guerra química de El Assad, también dio la vuelta al mundo e hizo
que el líder ruso putin, literalmente obligara al sátrapa de Siria
a destruir su arsenal químico.
Desgraciadamente
la guerra de Siria continúa y ahora añadimos al autoproclamado
Califato para el estado islámico de Siria e Iraq, y sabemos, porque
ellos mismos las enseñan de las masacres de centenares de
personas,de religión chíi o cristiana que son desalojadas de sus
tierras y sus mezquitas no sunnitas e iglesias cristianas derribadas.
Ésta guerra
está creando prófugos a millones, los más débiles y desprotegidos
son precisamente los niños.
El ACNUR
(Organización de la ONU que atiende a los prófugos de guerra) está
desbordada y dice que en éste momento hay más prófugos que después
de acabada la segunda guerra mundial. Toda una generación de niños
está mal viviendo, huyendo de las armas, sin zapatos en los charcos,
sin apenas comida, sin posibilidad de instruirse...una generación
perdida.
Añadamos a
ésto lo que está sucediendo en Israel y palestina, dos comunidades
que viven en el odio mutuo y donde se está dando la más terrible
espiral de angre y venganza, donde se secuestran y matan niños y
adolescentes, donde se ha llegado al punto que los adolescentes se
matan entre ellos.
Se me dirá
que nada se puede hacer, que es inútil hablar de ésto, que hablando
no solucionamos nada...
En fin, será
quizá verdad. Que el problema no tiene solución. Que los niños son
una especie de carne de cañón en ésta guerra infinita, que
seguirán siendo siempre víctimas de los adultos...
No lo sé.
Pero yo creo que la opinión pública tenemos la obligación de
PROTESTAR, PRESIONAR, DENUNCIAR... y digo también ayudar por cuanto
nos sea posible a ACNUR o CRUZ ROJA, en el modo que cada uno pueda
para asistir a éstas víctimas inocentes de las guerras en medio
Oriente.
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