martes, 10 de junio de 2014

FRANCISCO Y SU ÁRBOL DE LA PAZ. SHALOM, SHALAM, PAZ



-”BIENAVENTURADOS LOS QUE TRABAJAN POR LA PAZ PORQUE SERÁN LLAMADOS HIJOS DE DIOS” (Mt. 5, 9)

-HISTORIA DE TRES BESOS. PAZ, SHALOM, SHALAM.

Es verdaderamente encomiable la labor que el papa Francisco está haciendo por favorecer la paz en el mundo, ya vimos sus tentativos con respecto a la guerra de Siria para que se eliminaran las armas químicas y la Vigilia de oración internacional con ese motivo.

La guerra de Siria por desgracia continúa, pero el llamado del Papa no fue en vacío porque por lo menos obligó al presidente ruso Wladimir Putin a intervenir para que fueran destruidos los arsenales químicos.

El acto de “Invocación a Dios por la paz” en el Vaticano organizado por el papa Francisco ha conseguido, con la presencia de delegaciones religiosas hebraicas, cristianas y musulmanas, un éxito y ha sido un acto de enorme importancia que dudo mucho que alguna otra personalidad del mundo hubiera conseguido.

Personalmente he pasado más de una hora y media mirando la trasmisión en directa fascinada ante una visión y unos actos irrepetibles.

Es muy complicado conseguir que algún día llegue la paz en Medioriente porque como ha dicho el Papa es mucho más fácil hacer la guerra que construir la paz. Es necesario tener mucho valor y soportar enormes presiones para dar esos pasos necesarios.

He quedado impresionada al sentir decir al Papa que todos los hijos de Abraham invocaban juntos la paz.

Y es cierto, las tres religiones monoteístas adoran a la misma divinidad con distinto nombre, el Dios único de la Biblia. Y las tres religiones provienen del patriarca común , Abrahám.

He leído en algún periódico que se ha rezado a tres dioses pero yo no lo he interpretado así. Creo que más bien es como una especie de familia mal avenida, donde cada rama familiar se ha ido por un camino, han peleado a lo largo de la Historia los hebreos, los musulmanes, los cristianos han hecho sus Cruzadas, todos han reclamado la misma tierra y todos consideran Jerusalem su Ciudad Santa.

Simón Peres y Mahamud Abbas han recibido en sus mejillas un beso del papa Francisco y del patriarca de Constantinopla Bartolomeo I.

Después se han besado entre si. Un acto fantástico. Y al final todos juntos han plantado un olivo.

A lo largo de los siglos ha corrido abundante sangre en aquellos lugares, los templos de unos y otros han sido derruido y reconstruidos.

En Tierra Santa cada piedra habla.

Yo me he traído en mi reciente viaje piedras de todos los lugares y estoy convencida que algún día soñaré que esas piedras se pondrán a hablar y que cada piedra explicará una historia diferente en hebreo, arameo, latín, griego o árabe.

Hay mucho dolor humano en aquél lugar, los hebreos a lo largo de los siglos sufrieron esclavitud, diáspora y la tragedia del Holocausto con sus seis millones de víctimas inocentes asesinadas por el nazismo, los palestinos, después de la creación del Estado de Israel y siguientes guerras han perdido en muchos lugares casa y tierras, también ellos sufren su diáspora.

Se han levantado muros entre las dos comunidades que viven juntas dándose la espalda.

El papa Francisco ha conseguido que cristianos, hebreos y musulmanes pidieran perdón a Dios por los males causados y que invocaran a Dios para conseguir la Paz, Shalom, Shalam.

Ahora la palabra pasa a los políticos.

Nosotros les deseamos que se llenen de buena voluntad para regalar a sus hijos la paz y puedan dejar atrás esa guerra de sus abuelos y sus padres.

Paz, Shalom, Shalam.

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