-”BIENAVENTURADOS
LOS QUE TRABAJAN POR LA PAZ PORQUE SERÁN LLAMADOS HIJOS DE DIOS”
(Mt. 5, 9)
-HISTORIA DE
TRES BESOS. PAZ, SHALOM, SHALAM.
Es
verdaderamente encomiable la labor que el papa Francisco está
haciendo por favorecer la paz en el mundo, ya vimos sus tentativos
con respecto a la guerra de Siria para que se eliminaran las armas
químicas y la Vigilia de oración internacional con ese motivo.
La guerra de
Siria por desgracia continúa, pero el llamado del Papa no fue en
vacío porque por lo menos obligó al presidente ruso Wladimir Putin
a intervenir para que fueran destruidos los arsenales químicos.
El acto de
“Invocación a Dios por la paz” en el Vaticano organizado por el
papa Francisco ha conseguido, con la presencia de delegaciones
religiosas hebraicas, cristianas y musulmanas, un éxito y ha sido un
acto de enorme importancia que dudo mucho que alguna otra
personalidad del mundo hubiera conseguido.
Personalmente
he pasado más de una hora y media mirando la trasmisión en directa
fascinada ante una visión y unos actos irrepetibles.
Es muy
complicado conseguir que algún día llegue la paz en Medioriente
porque como ha dicho el Papa es mucho más fácil hacer la guerra que
construir la paz. Es necesario tener mucho valor y soportar enormes
presiones para dar esos pasos necesarios.
He quedado
impresionada al sentir decir al Papa que todos los hijos de Abraham
invocaban juntos la paz.
Y es cierto,
las tres religiones monoteístas adoran a la misma divinidad con
distinto nombre, el Dios único de la Biblia. Y las tres religiones
provienen del patriarca común , Abrahám.
He leído en
algún periódico que se ha rezado a tres dioses pero yo no lo he
interpretado así. Creo que más bien es como una especie de familia
mal avenida, donde cada rama familiar se ha ido por un camino, han
peleado a lo largo de la Historia los hebreos, los musulmanes, los
cristianos han hecho sus Cruzadas, todos han reclamado la misma
tierra y todos consideran Jerusalem su Ciudad Santa.
Simón Peres
y Mahamud Abbas han recibido en sus mejillas un beso del papa
Francisco y del patriarca de Constantinopla Bartolomeo I.
Después se
han besado entre si. Un acto fantástico. Y al final todos juntos han
plantado un olivo.
A lo largo
de los siglos ha corrido abundante sangre en aquellos lugares, los
templos de unos y otros han sido derruido y reconstruidos.
En Tierra
Santa cada piedra habla.
Yo me he
traído en mi reciente viaje piedras de todos los lugares y estoy
convencida que algún día soñaré que esas piedras se pondrán a
hablar y que cada piedra explicará una historia diferente en hebreo,
arameo, latín, griego o árabe.
Hay mucho
dolor humano en aquél lugar, los hebreos a lo largo de los siglos
sufrieron esclavitud, diáspora y la tragedia del Holocausto con sus
seis millones de víctimas inocentes asesinadas por el nazismo, los
palestinos, después de la creación del Estado de Israel y
siguientes guerras han perdido en muchos lugares casa y tierras,
también ellos sufren su diáspora.
Se han
levantado muros entre las dos comunidades que viven juntas dándose
la espalda.
El papa
Francisco ha conseguido que cristianos, hebreos y musulmanes pidieran
perdón a Dios por los males causados y que invocaran a Dios para
conseguir la Paz, Shalom, Shalam.
Ahora la
palabra pasa a los políticos.
Nosotros les
deseamos que se llenen de buena voluntad para regalar a sus hijos la
paz y puedan dejar atrás esa guerra de sus abuelos y sus padres.
Paz, Shalom,
Shalam.
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