-UN MILLÓN DE NIÑOS
ESTÁ EN LOS CAMPAMENTOS DE REFUGIADOS EN LUGARES CON NIEVE SIN
SIQUIERA ZAPATOS.
-EL MUNDO NO PUEDE
CONSENTIR UNA TRAGEDIA ASÍ SIN HACER NADA.
El año 2013 ha sido un
año que sería mejor olvidar como de los más negativos que dejamos
atrás, pero en ésta ocasión no quiero referirme a España para la
cual el 2014 no promete nada nuevo ante la amenaza de desmenbramiento
unilateral del país promovida por el nacionalismo catalán.
Me refiero a la
desastrosa situación del medio Oriente y en concreto a la criminal
guerra de Siria que está produciendo millón y medio de refugiados y
centenares de miles de muertos donde la peor parte se la llevan los
niños que malviven en tiendas de campaña bajo la nieve, no pueden
ir a la escuela, no tienen ni vestidos ni comida.
La situación es
desesperada y parece que esté políticamente congelada.
La primera constatación,
también a la luz de cuanto está sucediendo en Egipto, es que la
Primavera Árabe, muy jaleada por nosotros occidentales como la
llegada de la democracia a éstos países es que ha sido una
alucinación de algo inexistente. Se ha convertido en todas partes en
un Invierno Polar.
En Siria la férrea
dictadura de Assad parece inamovíbile, sobre todo porque el dictador
tiene la protección de Rusia y China.
Putín, viendo ya
totalmente imposibles de defender las matanzas con substancias
químicas se comprometió a convencer a Assad de destruir su asenal
químico a través de técnicos de la ONU. En realidad, si ésta
operación ha servido para evitar una intervención armada americana
sobre Siria, es también verdad que el 31 diciembre acababa el plazo
para dar por concluida tal destrucción y sin embargo no ha sido así,
según los técnicos por imposibilidades de tipo organizativo.
El frente de la oposición
está muy infiltrado por el radicalismo islámico que Assad califica
de terroristas, y es verdad que esas infiltraciones existen, con lo
cual los países occidentales se han puesto a la ventana.
Assad sigue masacrando
gente sobre todo en Alepo con armas tradicionales y la situación
diplomática no avanza mucho.
Propiciada por Estados
Unidos y Rusia debería reunirse la Cumbre de Ginebra 2 para intentar
de parar la guerra y llegar a un acuerdo, cosa dificilísima porque
Assad no quiere dejar la presidencia y un posible acuerdo entre los
que están al poder y los de la oposición pasaría por formar un
gobierno de coalición no presidido por Assad.
Ciertamente el atentado
terrorista islámico en Volgogrado posiblemente no anime al
presidente ruso Putín a desembarazarse de un aliado que dice
combatir el islamismo radical que el mismo Putin ha prometido a los
suyos de ANIQUILAR en Rusia.
En fin, un avispero al
que no se ve solución. Entre tanto un millón de niños sirios está
en campos de refugiados con lo puesto.
El mundo no lo puede
consentir algo así.
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