sábado, 11 de enero de 2014

DURANGO, LA REUNIÓN DEL MATADERO Y LA TIERRA DE CAÍN

 
  • DIOS LE DIJO A CAÍN DESPUÉS DE QUE HUBIERA MATADO A SU HERMANO ABEL.”CAÍN, DÓNDE ESTÁ ABEL TU HERMANO? -Y CAÍN RESPONDIÓ: NO LO SÉ.¿SOY ACASO YO EL GUARDIÁN DE MI HERMANO?”. GÉNESIS-4.
  • EL MATADERO DE DURANGO COMO LA TIERRA DE CAÍN.
Hay que decir que la reunión de los ex-presos etarras en el Matadero de Durango ha sorprendido a la gente que no está en guerra un efecto espeluznante.
Sorprendía la expresión dura y la mirada de odio que albergaba en todos aquellos rostros que en teoría querían “resolver el conflicto” con España y Francia.
Tampoco admitían preguntas de unos periodistas que seguramente sentían escalofríos ante aquellos tantos ojos que apuñalaban con la mirada.
Leído el comunicado en el que no se manifestaba algún arrepentimiento por las tantas víctimas muertas no en guerra sino por tiro en la nuca o bomba bajo el coche y tras invocar una “paz”de los cementerios, estaban levantando la sesión, cuando un periodista lleno de admirable valentía les preguntaba si tenían algo que decir acerca los 309 muertos, también niños, que había sobre la mesa y si no estaba en su intención pedir perdón por tanto dolor causado.
Recordaba la pregunta del periodista Cake Minuesa al libro 4 del GÉNESIS cuando Dios le pregunta a Caín después de que hubiera matado a Abel:”¿Dónde está Abel tu hermano?”, y Caín responde. “No sé. ¿Soy yo acaso el guardián de mi hermano?”.
Esa parece la actitud de los participantes a la reunión del Matadero de Durango -nunca pudo estar mejor elegido el lugar, en los mataderos los matarifes no piden perdón a los que matan-en realidad ¿Qué podían importar los 309 muertos cuyos fantasmas seguramente se encontraban en el Matadero delante de los convocantes de la reunión?
Posiblemente el periodista sentía el apoyo de los 309 fantasmas que decían “Eso, eso, eso, ¿Y nosotros qué?”.
Al periodista los ex-etarras, o etarras, porque etarra no creo que se deje de ser ni que ellos quieran dejar de serlo, le dijeron que se fuera a hacer preguntas a un circo, o sea igual que Caín “No sé, ¿soy acaso yo el guardián de mi hermano?”.
Una pregunta y una respuesta que quedaron en el aire en el Matadero de Durango, convertido aquella tarde en la Tierra de Caín.
¿Responderán algún día?


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