-ES
NECESARIA LA REGENERACIÓN DEL PSOE EN SUS POSTULADOS IDEOLÓGICOS Y
PROGRAMÁTICOS Y EN SU IDEA DE ESPAÑA.
-SERÍA ASÍ
MISMO DESEABLE UN GOBIERNO DE CONCENTRACIÓN NACIONAL SOSTENIDO POR
LOS DOS GRANDES PARTIDOS NACIONALES.
No digo nada
nuevo si me refiero al estado de ruina económica en que el gobierno
Zapatero ha sumido a España, por no hablar de la incombente
disgregación que nos ha dejado como nefasta herencia.
Es difícil
encontrar personajes tan absolutamente dañino para cualquier país
como el del precedente jefe del gobierno.
El delirante
proyecto de Cataluña de independentismo unilateral no es sino la
consecuencia de la política del señor Zapatero y su decisión de
apoyar “sea como fuere” el estatuto de ésta comunidad.
También su
política de tratativas secretas con la ETA y la “hoja de ruta”
con ellos establecida, nos han llevado a la circunstancia de que ETA
no se ha disuelto y gobierna tranquilamente en muchas partes del País
Vasco , una vez legalizada con el apoyo del PSOE y convertida en el
segundo partido de ésta comunidad.
A ésto se
añade que el PSOE ha perdido estrepitosamente todas las elecciones
incluidas las últimas de Galicia y el País Vasco ni parece que vaya
a ganarlas en Cataluña. El señor Rubalcaba no parece la persona
ideal para guiar las suertes del socialismo español del inicio del
XXI.
Hay que
decir que el señor Zapatero no solo destruyó a España sino que
tampoco dejó títere con cabeza en el PSOE. ZP se quitó de en medio
a la generación precedente con alguna excepción como la del mismo
Rubalcaba, no permitió que se formara ningún futuro líder y porque
quemó a los de su entorno y porque no hizo banquillo, por lo cual el
PSOE actual es un desierto de ideas y de personas.
Alguien dirá
posiblemente que la cosa carece de importancia, pero no es así.
España
necesita un gran partido de oposición que pueda alternarse con el de
gobierno. Además ese partido debería tener claros sus postulados
ideológicos así como también la idea y el sentido del estado.
Los
españoles no deberían temer nunca una especie de cataclismo cuando
cambia un gobierno.
Ni un cambio
de gobierno debería ser en ningún momento un cambio de sistema ni
de país ni de alianzas internacionales.
Además,
dadas las trágicas circunstancias en que estamos sería buena cosa
un gobierno de concentración nacional que hiciera frente a la
emergencia económica y constitucional a la que nos ha arrastrado
Rodriguez Zapatero.
Solo si los
partidos mayoritarios tuvieran las ideas claras y actuaran juntos
podrían evitar la desintegración de España.