-¿HACIA UN CONCILIO VATICANO III COMO PROPONÍA EL CARDENAL CARLO MARIA MARTINI?
-¿HACIA UNA REVISIÓN DE LA LLAMADA MORAL SEXUAL CATÓLICA?
-¿HACIA LA ABOLICIÓN DEL CELIBATO Y LA POSIBILIDAD DE ACCESO DE LAS MUJERES AL SACERDOCIO?
-LA IGLESIA EN LOS TIEMPOS DE INTERNET
Ésta reflexión mía es la reflexión de una persona católica.
Son las reflexiones de una persona católica en los “tiempos de Internet”.
En el siglo pasado habría sido imposible que hubiera centenares de Forums hablando de todo,incluidos los problemas de la Iglesia, Institución piramidal y cerrada a lo largo de los siglos. Ahora todos opinamos también con y en la institución.
¿Porqué ahora? Las preguntas que me formulo y os formulo aquí arriba para mi no son nuevas. Son hipótesis que me hacía sin puntos interrogativos desde hace muchos años. Ciertamente no solo yo.
En éstos momentos las personas que pertenecemos a la religión católica tenemos la cara morada de bofetones morales recibidos a diestra y manca que llegan de todas partes por el problema de la pederastia al interno de la Iglesia misma.
Las bofetadas vienen de fuera pero el problema está dentro y así creo que debemos afrontarlo. ¿Cómo afrontarlo? ¿Diciendo que todos están contra la Iglesia? ¿Diciendo que el fenómeno de la pederastia ha infectado todo y todos y por lo tanto también la Iglesia? ¿Guardando un piadoso silencio sin saber que decir? ¿O diciendo lo que nuestra conciencia nos empuja a decir?
Pienso que la mejor cosa es decir lo que pensamos con la mano en el corazón, porque al fin y al cabo se nos dice,y yo creo que sea verdad,que la Iglesia somos todos. La primera verdad que tenemos que afrontar es que dentro de la Iglesia y por personas consagradas a Ella , ha sido cometido el peor de los horrores, la pedofilia, el pecado que Jesús en el Evangelio ha condenado sin medias tintas,”el que escandalizare a uno de éstos pequeños más le valiere atarse una rueda de molino y tirarse al mar”.
Y no importa que hayan sido siete personas,veintisiete o siete mil. Es algo que no se debía tolerar en ningún modo. Esas personas,curas o no curas,había que privarlas de su ministerio , expulsarlas, excomulgarlas, igual que a los políticos que votan el aborto (¿No dice eso la Iglesia?) y denunciarlas a la justicia civil.
Eso no se ha hecho así, por lo tanto la jerarquía de la Iglesia y todos (también nosotros) debemos pedir humildemente perdón. La Iglesia en su historia ha cometido muchos errores, comenzó San pedro negando tres veces a Jesucristo y después muchas otras cosas por las que el Papa Juan Pablo II muchas veces pidió perdón.
En segundo lugar habrá que preguntarse como es posible que éste maxiescándalo, que ha tocado la línea de flote,haya podido estallar por algo tan banal como la sexualidad.
Es inevitable que nos hagamos esa pregunta que a la Iglesia no le gusta, pero visto que en esa piedra ha tropezado, la Iglesia misma honestamente debe formulársela a sí misma: ¿Hay algo que no funciona en cuanto concierne el tema de la moral sexual católica?
¿No puede suceder que cuando se prohíbe todo al final la prohibición resulta una especie de invitación a infringir las rígidas reglas que se imponen a laicos y religiosos?
Según mi modesta opinión, el primer tema, el supertema aunque parezca absurdo, es la sexofobia de la que adolece la Iglesia se mire por donde se mire. No se sabe porqué. No está en el Evangelio aunque puede ser que provenga del judaismo el tema de la discriminación femenina, porque la mujer era considerada impura.
No recuerdo que Jesús discriminara a las mujeres, al contrario. No existía tampoco el problema del celibato. Los apóstoles y los primeros cristianos daba igual que fueran casados o solteros, Jesús era seguido por hombres y mujeres, pero tampoco se entiende ni porqué ni como ni basado en qué cosa, se decidió que las mujeres fueran o “nada” o “santas” (sin intermedios). Sus opiniones siempre han quedado fuera de la jerarquía de la Iglesia. La misma Madre Teresa de Calcuta se lamentó de ello con Juan Pablo II.
Por lo tanto la Iglesia cambiaría mucho simplemente con otro punto de vista no tan anómalo hacia el sexo, o porque es femenino,o porque las relaciones sexuales entre las personas deben de ser algo rígido y destinado a la procreación, o por el control de la natalidad, o por las mujeres excluidas del sacerdocio por su sexo femenino, o la imposibilidad para los sacerdotes de casarse , etc...
Seguramente, sin tanta prohibición se habría reducido a sus mínimos en éste momento el maxiproblema de la pederastia. Habría solo algún caso como entre los abogados, los bomberos o los alpinistas. No sería “noticiable”.
El Cardenal Carlo Maria Martini, a su tiempo amadísimo Arzobispo de Milán, Rector de la Universidad gregoriana de Roma, intelectual de peso, teólogo, escritor y articulista que desde el Corriere della Sera responde a las cartas de sus lectores, ya en el 1.999 formuló la propuesta de convocar un nuevo Concilio Vaticano III que recogiera las partes inconclusas o no actuadas del Vaticano II.
Su voz llena de autoritas, desde hace tiempo pide la reforma de la Iglesia, necesaria en tantas cosas para ponerla al paso con los tiempos. Reconsiderar la relación Iglesia-Ciencia, el celibato,la ordenación de mujeres,etc...
El libro COLOQUIOS NOCTURNOS EN JERUSALÉN del padre jesuita Georg Sporschild, recoge el pensamiento del cardenal Carlo María Martini, que desde varios años vive en ésta ciudad aunque ahora se encuentra en Italia por motivo de su delicada salud.
Muchos los temas que se tocan y no está a mi el comentarlos.
Ha pasado mucho tiempo del Concilio Vaticano II, la sociedad ha cambiado una enormidad. En el mundo de la política intentan de adptarse a los desafíos de la sociedad moderna.
Tantas personas se sienten como perdidas y necesitadas de respuesta.
Si se mira hacia la jerarquía de la Iglesia se la ve como parada, muchos de los altos prelados están divididos entre pasado y futuro, entre la conservación o la innovación.
Sería muy mala que esa división se hiciera siempre más grande, se ve como muy necesaria la síntesis capaz de unir y no de separar.
Vemos otras confesiones religiosas paralizadas en siglos atrás. La iglesia Católica debería de hacer un mayor esfuerzo para dialogar con la modernidad.