-NOS ESTAMOS COMPORTANDO COMO SI FUÉRAMOS LA ÚLTIMA GENERACIÓN SOBRE LA TIERRA.
-SOLO UNA RADICAL MODIFICACIÓN DE NUESTRO SISTEMA DE VIDA PODRÍA HACER MÁS LENTO EL PROCESO.
La mía es una opinión personal,pero tengo muy poca confianza en los resultados de la Conferencia de Copenhaguen sobre el cambio climático. El documento de Kioto se ha hecho viejo sin cumplir objetivos y ahora no será diferente.
Demasiados intereses económicos y políticos impiden resultados mejores.
En realidad todos somos conscientes de que la Tierra ha comenzado una lenta agonía y su inexorable cuenta atrás.
Es hipócrita ocultar hechos científicos del todo evidentes. Unos niegan el hecho. Otros lo admiten pero hacen poco o nada.
Todos lo sabemos pero hacemos como si no lo supiéramos y ninguno estamos dispuestos a sacrificar un ápice de nuestra vida personal.
Como mucho, de vez en cuando se hace una Conferencia, se discute mucho, se firma un Protocolo y luego no se respeta.
Es como si todos, gobernantes y gobernados, hubiéramos acudido entorno al lecho de muerte de una madre moribunda y para atrasar el fatal destino, le diéramos una aspirina.
En realidad parece que queramos que aguante un poco más y que el problema lo resuelva la próxima generación. Todos esperan de no ser ellos los que vean el momento final.
Desde Kioto ningún país quiso renunciar en lo más mínimo a su nivel de vida, a la emisión de sus gases o a su desarrollismo, todos se han acusado mutuamente de egoísmo y la cosa ha quedado ahí.
A nadie parece importarle mucho que los hielos polares se estén liquefando, que las aguas se calienten,que la desertificación avance,que los desastres meteorológicos sean siempre más tremendos, que muchas especies animales estén desapareciendo,que en el continente africano sea la misma especie humana la que está en grave peligro diezmada por las sequías, el hambre, las enfermedades y las guerras.
Todo ésto parece sernos indiferente a nosotros, opulenta sociedad occidental. No estamos dispuestos a renunciar a nada. También los países que han iniciado su desarrollo,no lo hacen tratando de evitar nuestros errores.
No,ellos y nosotros estamos haciendo lo posible, intercambiándonos acusaciones y comprando y vendiéndonos cuotas de emisiones, repito, estamos haciendo lo imposible por darle la puntilla a esa madre tierra moribunda,eso si,con alguna cura paliativa para que aguante para exhalar el último suspiro en brazos de nuestros hijos y no en los nuestros.
Nos estamos comportando como si fuéramos la última generación de vivientes en éste planeta.
Esa es la herencia que dejamos a nuestros hijos o como mucho a nuestros nietos. El último que apague la luz.
Lo mismo que hubo el primer hombre de ésta Humanidad,habrá el último hombre de ésta Humanidad más bien pronto que tarde.
¿Cómo morirá la tierra? ¿Despacio y a fuego lento por el cambio climático? ¿Con una cadena de explosiones atómicas de la guerra globalizada? ¿Por una implosión sobre sí misma causada por la sobre explotación humana?
¿Qué le damos a la tierra?
Aspirina,mucha aspirina y un montón de recomendaciones.
Seamos realistas. Solo un radical cambio de vida por parte de todos puede hacer más lento,que no evitar,el proceso. ¿Es eso lo que vamos a hacer?
Yo creo que no.
Pidamos perdón por ello a aquellos que vienen detrás de nosotros.
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