domingo, 14 de febrero de 2016

FRANCISCO Y KIRIL. A MIL AÑOS DE UNA SEPARACIÓN, EL INICIO DE UNA COLABORACIÓN.


-MIL AÑOS HAN PASADO DEL GRAN CISMA ENTRE LA IGLESIA DE ORIENTE Y LA DE OCCIDENTE.
-ABRAZO HISTÓRICO ENTRE LOS MÁXIMOS REPRESENTANTES DE LAS IGLESIAS CATÓLICA Y ORTODOXA EN LA HABANA.
Personalmente debo admitir que se leen pocas noticias de tanta relevancia histórica como la protagonizada en los últimos días en La Habana del abrazo entre el papa Francisco, papa de la iglesia de Roma y Kiril, Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
"Hoy es un día de gracia. es un regalo de Dios este encuentro con el Patriarca Kiril. Recen por nosotros". Escribió el papa Francisco en su perfil oficial de twiter.
Estuvieron hablando en privado un par de horas. Después de mil años de separación tendrían muchas cosas que decirse sin duda, aunque hoy día incumbe a los dos una gran tragedia, lo que Francisco suele llamar el "ecumenismo de la sangre", es decir, la auténtica masacre de cristianos, sea católicos que ortodoxos, perpetradas por Estado Islámico en las zonas de la guerra de Siria, Libia e Iraq, así como por Boro Haram en Nigeria.
En el curso del encuentro fue solemnemente firmado un documento que se puede considerar histórico, teniendo en cuenta que durante el S.XX y lo que llevamos del XXI,  varios papas católicos habían buscado un acercamiento entre ambas confesiones pero no había tenido lugar  por el recelo que la iglesia Ortodoxa Rusa tenía ante la posibilidad de un proselitismo católico en sus zonas de tradición ortodoxa y, por diversas circunstancias abandonado tal recelo, solo ahora ha sido posible el feliz encuentro y abrazo entre las dos personalidades religiosas.
A esto habría que añadir que la cambiada política en Rusia, después del ateísmo oficial soviético, de revalorizar las tradiciones seculares de Rusia, ha aumentado notablemente el papel de la Iglesia en la reconstrucción del nuevo-antiguo estado ruso.
También desde el punto de vista político el presidente ruso Putin seguramente vea con buenos ojos éste acercamiento de las dos iglesias de las dos Europas para favorecer las buenas relaciones y también enfrentar conjuntamente la tragedia del holocausto cristiano a manos del ISIS.
Ya los papas anteriores habrían querido viajar a Rusia pero por diversos motivos no les fue posible ni a Juan Pablo II ni a Benedicto XVI no obstante hacía ya años que existía un importante diálogo entre ambas confesiones.
El papa Francisco piensa que el ecumenismo es un camino sin imposiciones, por lo cual el tradicional recelo ruso no debería proseguir.
Es muy posible que más bien pronto que tarde veamos al papa Francisco de visita en Moscú y al Patriarca Kiril de visita en Roma.
Creo que éste encuentro histórico tras mil años de separación es de verdad de enorme trascendencia.

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