viernes, 30 de octubre de 2015

EL PAPA FRANCISCO Y LOS LOBOS


 

-LOS LOBOS DEL PAPA BENEDICTO XVI. EL SATANÁS DEL PAPA PABLO VI.

-LOS LOBOS QUE ENSEÑAN LOS DIENTES AL PAPA FRANCISCO.


No es que quién escribe ésta reflexión quiera aludir a el santo Francisco de Asís y al Hermano Lobo de Gubbio. Más bien estoy pensando al recién acabado sínodo sobre la familia  clausurado en el Vaticano.

Y, acerca de lobos, también estoy recordando la primera homilía del papa Benedicto XVI en su Misa de apertura de su pontificado. Dijo entonces unas palabras que tanto me sorprendieron que incluso las apunté en una agenda. Y nunca más que hoy vienen a cuento.

Dijo el papa Benedicto XVI en aquella ocasión “rogad por mi para que, por miedo, no huya ante los lobos” exactamente el día 24 del 4 de 2005.

¿Lobos? Pues si. Lobos ante los cuales Benedicto se sintió débil y sin fuerzas para combatirlos. Hizo algo insólito en la historia de la iglesia. Presentó su renuncia esperando que alguien con más fuerza pudiera afrontarlos y combatirlos.

Pero no solo el papa Benedicto.

Anteriormente el papa Pablo VI sorprendió a la prensa italiana e internacional cuando afirmó “que el humo de Satanás había entrado en el templo de Dios”.

Dijo así:

Creíamos que después del Concilio vendría un día de sol para la historia de la Iglesia. Por el contrario ha venido un día de nubes, de tempestad, de oscuridad, de búsqueda, de incertidumbre y se siente fatiga en dar la alegría de la Fe. Predicamos el ecumenismo y nos alejamos cada vez más de los otros”.

Hablaba del Vaticano II en fecha 29-6-71.

El papa Francisco en el reciente Sínodo de la Familia, aunque no ha hablado de demonios ni lobos si que se ha quejado de la dureza de algunas personas que interviniendo en el Sínodo defendían posiciones muy cerradas, éstas últimas palabras las he añadido yo. Ha trascendido en la prensa especializada que ha sido muy duro el sínodo, con posiciones de gran enfrentamiento entre los “conservadores de esencias” y los “propulsores de innovación”.

Se ha hablado en los medios de la amenaza de un nuevo cisma estilo Lefebvre y, a cuanto parece, se ha llegado a un acuerdo que deja todo como está.

Parece que sus eminencias no se dan cuenta que mientras ellos amenazan cismas, hay muchos católicos del “cisma silencioso”, o sea, que se sienten poco escuchados, incomprendidos y que ven una barca de Pedro inmobilizada que no lleva a ninguna parte.

En la homilía de la misa con la cual se cerraba el sínodo sobre la familia el papa Francisco ha expuesto su preocupación acerca el riesgo de la “tentación del espejismo” que nos explica el episodio de el ciego Bartimeo que llama y grita pero los discípulos no se paran. Solo se para Jesús.

Nos habla Francisco de ésta tentación del espejismo por la cual podemos caminar a través de los desiertos de la Humanidad sin ver realmente lo que hay sino lo que a nosotros nos gustaría ver. “Somos capaces de construir visiones del mundo pero no aceptamos lo que el Señor nos pone delante”.

Habla también el papa Francisco de la mentalidad de la “hoja de ruta” por la cual se tiene la idea de seguir con ella pase lo que pase. Y aquí, según mi opinión, el papa nos quiere decir que la Iglesia puede caer en esto, en ignorar a aquellos que esperan, que claman, que gritan, puede seguir el camino ya prefijado y considerado más seguro sin escuchar a los muchos Bartimeos que sufren su dolor y su ceguera.

Personalmente pienso que el papa Francisco ha visto los dientes del lobo. ¿Se ha echado para atrás? ¿Espera a tiempos mejores?

¿Está reflexionando sobre que se puede hacer con los muchos Bartimeos que quizá no encuentran escucha en la Iglesia tradicional que ha echado los frenos?

Se dice que el papa Francisco está preparando una Exhortación acerca las conclusiones del sínodo de la Familia.

Es pronto para juzgar si el papa Francisco ha solo visto los lobos o está herido por ellos.

Quedamos a la espera.


2 comentarios:

  1. Alicia Redel: las hormiguitas debemos rezar por él, como lo pide siempre.
    En forma permanente somos contemporáneos de los últimos tiempos.
    Jesús vuelve cada vez que el pecado necesita redención. Estas condiciones abominables en donde son ahora visibles, lucen allí dramáticamente inapropiadas, pero paradojal y providencialmente llaman al Señor.
    Los lobos son lobos, y los elegidos son los elegidos. Qué novedad hay?
    El tiempo que existe es el de la conversión. El Reino de Dios siempre estuvo dentro de nosotros.
    Escribe sobre ésto, que lo haces muy bien.

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