-EL
ESCENARIO CREADO POR RUSIA EN UCRANIA Y CON LA ANEXIÓN DE CRIMEA
RESUCITA EL DEMONIO NACIONALISTA DEL IMPERIO ZARISTA Y DEL IMPERIO
SOVIÉTICO.
-DIFÍCIL
PRONOSTICAR LAS FUTURAS RELACIONES CON LOS PAÍSES OCCIDENTALES.
En el 1989
comenzó la caída y desmantelamiento de la Unión Soviética, vasto
imperio del este europeo dominado por Rusia y la ideología
comunista.
El siglo XX
vio el nacimiento y muerte de la Unión Soviética, dos guerras
mundiales, la división después de la segunda guerra mundial de
Europa en la Europa de las democracias que luego darían vida a la
actual Unión Europea y la Unión de las Repúblicas Socialistas
Soviéticas o Unión Soviética que mantuvo bajo una férrea
dictadura comunista a los países del este europeo, ahí comprendido
también la mitad de Alemania este ocupada por los rusos acabada la
segunda guerra mundial.
A final de
los años 80 inicia en Polonia con el movimiento sindical Solidarnosc
una revuelta de hecho contra la Unión Soviética que desencadena en
todos los países del este una serie de revoluciones populares de los
ciudadanos, se crean estados independientes,y cae el Muro de Berlín
el 9 de noviembre de 1989 unificándose Alemania e iniciando la
disolución de la Unión Soviética que culmina en 1991 con el
nacimiento de la Federación Rusa.
Hay quién
dice que el S.XX termina de hecho en 1989.
En teoría
triunfan los estados liberales, se derrumban los estados europeos
comunistas del este y muchos politólogos saludan el final de la
Guerra Fría e incluso Francis Fukuyama escribe su libro FIN DE LA
HISTORIA considerando la “historia” el “conflicto ideológico”
que divide no solo Europa, sino el mundo en general.
Según
aquellos que piensan así debería iniciar una etapa mundial de paz y
prosperidad donde imperasen los intercambios comerciales entre las
naciones. Llega pues la época de la GLOBALIZACIÓN.
Durante los
años de la Guerra Fría se mantuvo la paz con la fuerza de las armas
atómicas que garantizaba a los dos bloques la Mutua Destrucción
Asegurada (MAD) y por tanto la imposibilidad material de iniciar un
conflicto armado.
Como varios
países anteriormente en la órbita soviética han entrado a hacer
parte de la Unión Europea o de la OTAN, es posible que rusia se haya
sentido debilitada habiendo perdido el peso de gran potencia que
tenía anteriormente y ésto explica los hechos acaecidos en Ucrania
y la península de Crimea.
Si bien
están aparcadas las ideologías que configuraban el conflicto a lo
largo del S.XX, he aquí que surgen inesperados los antiguos demonios
del NACIONALISMO que nos llevaron a las dos guerras mundiales y al
conflicto de los Balcanes.
No existe
por lo tanto un FIN DE LA HISTORIA sino un renacer de la HISTORIA
bajo nueva identidad o identidades.
En Rusia se
siente la nostalgia del Imperio Zarista y la nostalgia del Imperio
Soviético. Esas dos nostalgias encuentran un interprete que con ello
gana en popularidad: Vladimir Putin.
Y al mismo
modo que Alemania al inicio de la Segunda Guerra mundial invadió o
se anexionó Austria, parte de Polonia y de Checoslovaquia y lo hizo
por “defender” a aquellos alemanes de fuera sus fronteras, hoy se
repite la historia.
Putin entra
en Ucrania y se anexiona Crimea y por ello es aplaudido por las masas
rusas o por las minorías rusas fuera de Rusia.
¿Terminará
la cosa aquí? ¿O esas minorías étnicas rusas existentes en los
países bálticos o en Ucrania alentadas por la “madre patria rusa”
provocarán desordenes llamando en su defensa a Rusia?
En ese caso
¿Cómo reaccionarán la OTAN, la UE o los Estados Unidos?
Es difícil
aventurar pronósticos.
Foto: Vladimir Putin proclamando la anexión de Crimea a Rusia
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