lunes, 6 de mayo de 2013

COMPONGA LA CORONA LAS COSTURAS DE ÉSTA ESPAÑA DESGARARRADA

 
-BUENA COSA SERÍA QUE LA CORONA, AL IGUAL QUE LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA ITALIANA, INVITARA A LOS LÍDERES POLÍTICOS A ASUMIR LA RESPONSABILIDAD DE UN PLAN NACIONAL DE EMPLEO.
-UN ACUERDO QUE PIDEN LOS CIUDADANOS E IMPIDEN LOS POLÍTICOS.
En medio a éste vacío oscuro y aterrador en que se haya sumida España no anima nada a la gente el indecoroso espectáculo que están dando los dos partidos nacionales en su inútil discusión acerca los millones de parados que cada día se echan a la cara el uno al otro como si no se tratara de personas humanas sufridoras.
La discusión parece desenvolverse en una pescadería donde dos pescaderos agarran por la cola la mercancía y se la estampan en la cara al adversario.
Mientras todos insultan a todos en el Parlamento, en las calles y plazas y en las tertulias de radio y televisión, mientras los dirigentes de los partidos asumen discursos delirantes que no conducen a ninguna parte, uno comienza a sentir envidia del rol asumido por el Presidente de la República italiano Giorgio Napolitano que cuando el país se encontraba en fase de hundimiento ha tenido la capacidad de retomar la situación y evitar el naufragio poniendo de acuerdo a los dos mayores partidos para un gobierno programático.
En éstos día ha reaparecido después de su convalecencia el Rey de España y parece ser que va a retomar su rol rigurosamente neutral y de moderador para propiciar “pactos, acuerdos y consensos”.
Sería de verdad importante que en momentos tan graves los políticos dejaran de tirarse los trastos a la cabeza y en el espíritu de la Transición se llegara a concordar una serie de medidas urgentes para evitar que la nave España se hunda.
Por ejemplo activar un Plan Nacional para el Empleo para evitar que siga desangrándose el país, quizá nombrando una comisión con los más importantes economistas del país y las fuerzas empresariales y sindicales para que propusieran éste plan nacional.
Por ejemplo, de las fuerzas políticas para consensuar la reforma de las CCAA, universalmente reconocidas como enfermas de elefantiasis, desmesuradas, fuente de corruptelas y clientelas.
Para recortar radicalmente el financiamiento de partidos, sindicatos, entes de dudosa utilidad y limitar el gasto a lo esencial del Estado del Bienestar.
Para rebajar con racionalidad los impuestos que están machacando a la clase media.
Para todas esas urgencias la Corona debería llamar a Rajoy y Rubalcaba, y como ha hecho el Presidente Giorgio Napolitano en Italia, invitarles a llegar a esos acuerdos que piden los ciudadanos e impiden los partidos.
Hemos comenzado la cuenta atrás para la autodestrucción.
Alguien debe parar ésto. El Rey podría asumir la iniciativa como garante y árbitro del Estado Español.



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