UNA INFANCIA OFENDIDA Y UNAS LEYES Y ESTRUCTURAS QUE NO DAN RESPUESTA ADECUADAS Y ESPECÍFICAS A LOS NIÑOS QUE SON LAS VÍCTIMAS REALES.
DESCANSEN EN PAZ ANNA Y OLIVIA, NUEVOS ÁNGELES DEL CIELO.
Causa terror y asombro constatar como niños pequeños e indefensos son frecuentemente víctimas del mundo de los adultos.
Niños que cuando nacen sus ojos inocentes y confiados no observan las centellas de maldad existentes en aquellos que los debieran proteger y que, sin embargo, los usan como instrumentos de venganza, en ese caso sus padres o madres, aquellos que les dieran la vida, que los matan con toda frialdad y con inmensa crueldad.
La verdad es que la opinión pública no es consciente del todo de la cantidad de víctimas infantiles que mueren violentamente y que, la mayor parte de las veces no son ni siquiera noticia.
Estoy pensando en los niños abandonados apenas nacidos en contenedores de basura, en otros niños a los que ni siquiera se les da la oportunidad de nacer, en aquellas, especialmente niñas, que los padres y madres obligan al matrimonio infantil y si se oponen son asesinadas por la misma familia, a los niños que llevan años y años de guerras organizadas por sus mayores y que perecen bajo las bombas o en los campos de refugiados por hambre y frío, pienso en los niños muertos en los naufragios de sus pateras porque las personas mayores de los varios estados donde han nacido les llevan a una situación de hambre y miseria al punto que sus familias optan por afrontar el mar por desesperación. Y aún más tremendo todavía el tema de los llamados "niños de la guerra".
Seguramente habré olvidado muchas circunstancias de niños muertos por personas adultas, sean padres o madres, gobernantes o simplemente por la indiferencia general que también mata.
La INFANCIA OFENDIDA por la maldad del mundo adulto no es consciente de que OGROS Y OGRESAS EXISTEN más allá del mundo de los cuentos. Las leyes no protegen suficientemente a los niños abandonados, maltratados o asesinados por sus padres o madres.
Parece como si los niños pertenecieran a una categoría menor. Existe en la ONU una Carta de los Derechos del Niño de la que pocos hablan. No existen tampoco estructuras eficaces para protegerles ni campañas de opinión pública para concienciar a la ciudadanía.
El terrible asesinato de las niñas canarias Anna Y Olivia debe de despertar las conciencias. Quién escribe estas letras comparte el enorme dolor de su madre Beatriz, pero no debemos olvidar que las personas asesinadas son las dos niñas y este problema no lo arreglaremos con el feminismo.
En nombre de la HUMANIDAD debemos pedir perdón a los tantos niños y niñas que no somos capaces de proteger en modo adecuado.
Descansen en paz Ana y Olivia, nuevos ángeles en el cielo. Pueda su madre Beatriz recuperarse de su herida mortal .Muy buena su idea del Día Internacional del Niño.