Los niños reventados por bombas criminales
en sus pequeñas tumbas hoy se estremecen.
Sean malditos sus asesinos los cuales dijeron
que querían construir una patria nueva
sobre su sangre inocente derramada.
Sean malditos, si. Sean para siempre malditos.
Sean malditos ayer y lo sean hoy.
Ellos no saben que con sangre derramada
no se erige patria alguna.
Que los terribles crímenes solo siembran
miedo, pavor, dolor, injusticia, muerte.
Sean malditos, si. Siempre sean malditos.
Con bombas y pistolas no patrias sino dolor
se construye.
Los padres y madres de los muñecos rotos
que entonces vertieron su inocente sangre...
las gentes todas de la España de bien que se consumieron
en sus lágrimas en sus gritos y en su dolor.
Aquellos dijeron todos...
Sean malditos, si. Sean para siempre malditos..
Sean malditos ayer y lo sean hoy también.
Y malditos sean aquellos que su sangre inocente
quieren ultrajar, vender, insultar, pisotear
para con sus Pactos de Sangre conservar el poder
y una tiranía putrefacta edificar
No pisotead sus tumbas. No ensuciad su memoria.
Ni olvido, ni perdón ni pacto alguno firmad
con la sangre de inocentes derramada.
ALICIA REDEL
In memoriam de los 48 niños asesinados por ETA